Sufrimiento inocente

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—¡Lily, espera!

Tanto Hugo como Adhara reaccionaron ante el llamado angustioso de Abel desde el piso superior. No tardaron mucho en escuchar los rápidos pasos de alguien bajar por las escaleras hasta ver segundos después la silueta de Lily corriendo con un rostro lloroso hacia la habitación de alguien más.

Un portazo resonó en el silencio y nuevos pasos se dejaron oír desde el primer piso mientras dos presencias ascendían después de haber escuchado también aquel ruido.

—¿Pero qué demonios? —James entrecerró los ojos—. ¿Esa era mi hermana llorando?

—Adhara, Hugo, ¿Qué sucedió? —increpó Maribel y ambos adolescentes intercambiaron miradas nerviosas.

—No lo sabemos.

—Ellos dos estaban conversando y... Sinceramente no sabemos qué pasó, de verdad —aseguró Hugo, sobretodo ante la amenazante mirada que James poseía.

—¡Lily!

La voz de Abel volvió a escucharse, pero más cercana, puesto que se encontraba descendiendo por donde la pelirroja menor lo había hecho, con claras intenciones de seguirla.

—¡Tú!

James llegó hasta él rápidamente y no dudó en tomarlo del cuello de su suéter para detener sus pasos.

—No, James, por favor, ¡Debo... !

—Sí, debes explicarme —se detuvo ante la ceja alzada de su novia y pronto aflojó un poco el agarre en el suéter azulado—, explicarnos... —se corrigió— el porqué rayos mi hermana está llorando aparentemente por tu culpa.

—James, suelta. —Maribel le dió un manotazo en el brazo y pronto fue ella quien sostuvo a su hermano, pero del hombro—. Abel, por favor, cuéntanos qué sucedió.

El Hufflepuff dejó de intentar forcejear para ser soltado y bajó la mirada hacia sus pies, sus ojos pareciendo ir de un lado a otro, demostrando el desequilibrio que estaba teniendo en sus pensamientos.

¿Cómo había acabado todo en aquella situación?

Le era difícil hablar, incluso en aquel instante aún sentía los espasmos ocasionados por lo que había sucedido minutos atrás. Deseaba retroceder el tiempo para evitar haber tenido que decir aquello después de que ella lo hubo besado.

“¿Crees que esto es un juego? No puedes besarme sin mi consentimiento”

“Y-Yo solo... ”

“Cuando vine aquí, Lily, no fue para esto. Yo... Yo no puedo darte lo que estás buscando que haga, simplemente no puedo"

—Abel —llamó esta vez Adhara, sumamente preocupada después de haber leído aquellas frases en su corazón—. Abel, ¿Por qué?

—Abi... —insistió Hugo después de no ver reacción o intención alguna de parte de su mejor amigo para hablar.

Se le veía muy afectado e ido.

—Abel Foster, más te vale que le respondas a tu hermana —se cruzó de brazos James, sus ojos fijos y serios en la figura del chico—. No me obligues a...

—¡Abel! —exclamó Maribel al verlo correr hacia el primer piso, la puerta de la entrada sonando fuertemente en cuanto él la cerró.

—Por Godric, han de haber cinco grados o menos de temperatura allí afuera —se alarmó Hugo y fue Adhara quien pasó como un rayo frente a sus ojos.

—¡Adhara! —llamó también la pelirroja mayor, pero la Hufflepuff abrió la puerta del armario para obtener dos gruesos abrigos y así poder salir detrás de su primo a toda velocidad—. No puede ser —suspiró.

Mi Hermosa Veela y La Melodía PerdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora