Partido final: Slytherin y Gryffindor

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Capítulo dedicado a Martisi_🌙 y a Naycem
(Estel💕)
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El campo de Quidditch se encontraba dividido aquella mañana de verano.

Por un lado estaba la casa de Gryffindor, con sus banderines dorados y escarlatas, con grandes pancartas con mensajes alusivos al deporte —uno que otro con frases de amor hacia los jugadores—, con contagiosas barras y miradas de victoria dirigidas hacia Slytherin.

En el otro extremo, los estudiantes de la casa de las serpientes, mantenían un aire expectativo y casi derrotado. Dos de sus mejores jugadores no estarían en el partido importante, y esos eran Albus Potter y Julius Blumer. El primero porque no había salido de su habitación en todo el día y el segundo porque tenía una fuerte dolencia en la cabeza con causante desconocido.

Entre el mar estudiantil, la mayoría de los Hufflepuff y Ravenclaw apoyaban al primer equipo, pero la minoría —entre ellos Adhara, Lesath, Abel, Mishell y Megan— brindaban sus exclamaciones hacia ambos bandos.

Aún así, no toda la suerte estaba del lado de los valientes y caballeros; y es que, la cazadora principal, Maribel Foster, no podría llevar a cabo su papel en la jugada. El mejor trío de cazadoras estaría incompleto y eso dejaba a la balanza casi empatada.

— Ganaré éste partido por ti —aseguró James, tomando las manos de su novia entre las suyas y mirándola directamente a los ojos.

— Solo prométeme que no harás nada estúpido —cerró los ojos al sentir cómo los dedos de su novio dejaban caricias en sus pálidas y delgadas mejillas.

— Mi único objetivo es que estés bien, y si el ver tu brillante sonrisa implica que gane, lo haré —se inclinó lo suficiente para poder juntarlos en un beso dulce, suave y lleno de cariño.

En medio de toda aquella atmósfera, el llamado al campo de escuchó en los alrededores, junto al estallido de vítores y barras.

James la observó por última vez a los ojos y se marchó con su Saeta de Fuego en la mano, dirigiendo a todo el equipo de Gryffindor.

— Espera, ¡James!

Su exclamación fue opacada por el sonido del ambiente que rodeó todo el lugar.

Frente al aro mayor se encontraba Estel Ricci, con el número siete en su espalda y con el cabello atado en una cola alta; tenía una sonrisa nerviosa y un aura intranquilo. Unos metros más allá, en el lado derecho, estaba Fred Weasley, con sus pelirrojos cabellos bailando con el viento y el número dos en la espalda; estaba decidido a la victoria, puesto que éste sería su último partido. A su lado, y no muy lejos del aro menor, Hugo Weasley se aferraba al palo de su escoba, con el número cinco detrás de él y con unas inmensas ganas de que el partido diera inicio.

— Déjame a Montgomery y a Foster —cumunicó Carissa a Angie, con una sonrisa decidida, los cabellos revueltos por el aire y con el número ocho impreso detrás—. No dejaré que me quiten la Quaffle.

Angie, quien tenía el cabello semi recogido y el número tres en su espalda, asintió con la vista fija en los aros contrarios.

— Ganemos éste partido por Maribel —ambas intercambiaron miradas cómplices, con la seguridad comenzando a dominarlas.

Lily Potter, quien tenía los cabellos rojizos atados, el número nueve en la espalda —que originalmente le pertenecía a Maribel— y una escoba nueva y veloz; ocupaba el puesto faltante entre las cazadoras. Ella observaba a su hermano mayor con sospecha y preocupación.

Mi Hermosa Veela y La Melodía PerdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora