Mi Hermosa Veela y La Melodía Perdida

Juventud eterna

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Capítulo dedicado a Betania_Mach🌼, AngelPeverell🍭, atenaspdm🌠, -lxnatica🌙 y a MishiWolf☀️
(Estel y Mishell💜)

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Estaba muy concentrada, con la atención fija en el campo de juego.

Había conseguido uno de los asientos con la mejor vista y todo se debía a su buen amigo Erick, quien era un auténtico fanático del deporte, habiendo separado con anticipación los tres asientos del centro: ni muy cerca de las peligrosas Bludgers y sin necesitar el entrecerrar los ojos para reconocer a cada jugador.

Todos se veían animados y no era para menos: habían esperado aquel día de competencia con ansias.

Hasta hacía unos minutos, el equipo de Mahoutokoro se posicionaba como el mejor, seguido por un empate entre Hogwarts e Ilvermorny; sin embargo, al final, el colegio sede del certamen había obtenido la victoria, otorgándole el tercer lugar a su contrincante y consiguiendo un partido final con el número uno.

—¡Ahí están! —aplaudió Erick, con sus ojos azules brillando más que de costumbre—. Necesito mi libreta —rápidamente llevó ambas manos hacia el interior de su bolso, obteniendo lo que buscaba—. Según mi análisis, tenemos un cuarenta por ciento de posibilidades para ganar.

—¿Incluso si tenemos en el equipo a los mejores del castillo? —preguntó Camille, comenzando a preocuparse.

—Incluso así —respondió con seriedad—. Mahoutokoro es conocido como el colegio con uno de los equipos más fuertes y casi invencibles gracias a sus arduos entrenamientos —pasó a la siguiente hoja—. Mientras aquí en Hogwarts los equipos practican con muñecos encantados, aros movibles y ejercicios físicos; en Mahoutokoro suelen aprovechar los días de tormentas para jugar sobre las aguas turbulentas, esquivando rayos, luchando contra una visibilidad casi nula por la lluvia y tratando de evitar que tanto la Snitch como la Quaffle terminen perdidas en medio de todo el peligroso escenario.

—Eso suena temerario y salvaje —tuvo que aceptar Adhara, preocupándose por su hermano.

—Los asiáticos suelen ser muy apasionados al deporte. —Erick se encogió de hombros—. Una vez conocieron el Quidditch... no se detuvieron hasta perfeccionarlo y conseguir así los mejores resultados en los diferentes torneos.

—¡Bienvenidos sean, amantes del Quidditch! —La voz de Jake Jordan se abrió paso entre la emocionada multitud—. Gracias a sus insistentes pedidos, el día de hoy me encuentro nuevamente en el mejor colegio del mundo. —Varios estudiantes de Ilvermorny y los pocos de Mahoutokoro que entendían el inglés, elevaron sus carteles de apoyo a sus escuelas—. Sí, sí, ya capté el mensaje —hizo un ademán con la mano—. Será un honor narrar un partido tan magnífico como el que se desatará en breves minutos y sí, trataré de que mis comentarios sean lo más profesionales posibles, pero no prometo mucho —miró a Mcgonagall con una sonrisa mientras ella se cubría el rostro con su mano derecha al mismo tiempo que negaba en silencio entre los otros dos directores—. ¡Por la victoria y una recompensa de cien puntos para el ganador: aquí están los equipos de Mahoutokoro y Hogwarts!