Piedra guardiana

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* 1 de septiembre del 2021
[Expreso de Hogwarts]

Aria caminaba con decisión hacia el compartimiento de siempre, después de haber tenido la reunión de prefectos.

— Esto no es normal —le decía Albus por enésima vez, siguiéndole el paso con Scorpius y Lyra más atrás.

— Ya hablamos sobre eso, Albus —respondió antes de abrir la puerta e ingresar al lugar.

— Lo sé. —se sentó a su lado, con la mirada baja— Pero me preocupa... —ella mantuvo la vista fija en él— Ya sé que aquella reacción en cadena puede ser o muy normal o muy rara en los que descienden de veelas...

— Mi familia y yo queremos creer que es lo más normal. —admitió, dejando salir a Horus de su jaula para poder acariciarlo en su regazo— Lo que sucedió esa noche no... —vaciló unos segundos— No debe ser nada malo, ¿Verdad?

«Oh, por su supuesto que no. Solo saltaste directo hacia una tormenta tempestuosa con toda tu familia mientras actuaban como si hubiesen sido poseídos» —pensó el Slytherin, mas no se lo dijo.

— Sí, Aria. —suspiró— Debe ser la primera opción de la que me hablaste en cuanto despertaste.

Scorpius y Lyra intercambiaron miradas confusas.

— Perdón que interrumpa pero... —el rubio los observó con atención— ¿Podrían explicarnos sobre a qué se refieren?

— Es sobre un sentido muy antiguo...

— Uno muy loco...

— ¡Albus! —la veela le dirigió una mala mirada.

El de orbes verdes hizo una señal con su mano de que se mantendría en silencio.

Aria lo observó por última vez y se sentó mirando hacia el frente.

» Verán..., hace dos días ocurrió cierto incidente que no es muy común. —comenzó a explicar, sacando un libro que parecía muy antiguo.

Las hojas eran opacas debido al paso del tiempo, y en ellas se encontraban plasmados símbolos y dibujos extraños. Aria rebuscó con atención entre cada página hasta detenerse en una en específico, señalando una gran imagen.

— Bonito collar —comentó Lyra, tratando de aligerar el ambiente.

— Es una piedra guardiana.

— ¿Una qué? —Scorpius levantó la vista del dibujo.

Albus, aún con los labios unidos, se enderezó en su sitio.

— Una piedra guardiana, Scorpius. —la rubia sonrió levemente antes de dejar a la vista el collar de Astoria— Parecida a ésta, pero de otro tipo.

Scorpius miró fijamente la piedra que contenía el alma de su madre.

» Creo que llegó el momento de explicarles un poco sobre la sociedad de las veelas. —resolvió con calma, acomodando el libro en el asiento y dejando a su gato encima de su jaula— Cuando una veela pura nace, la líder de su clan le concede un collar con una piedra proveniente del corazón de la vida.

— ¿El qué? —volvió a interrumpir el de ojos grises.

Lyra soltó una risita al ver su cara de desconcierto.

— El corazón de la vida. —repitió— Actualmente no se sabe mucho sobre él ni en dónde está específicamente, pero cada vez que una nueva miembro veela de alguno de los tantos clanes nace, aparece un trozo del cristal unido a una cadena de bronce.

— Oh, entiendo.

Ella asintió antes de darle la vuelta a la página.

— Existen varios tipos de piedras guardianas. —señaló su collar— Las que tienen en el interior el alma de un ser querido, tienen cadena de plata. —bajó la mirada hacia la página abierta— Las que les pertenecían a las guardianas, eran hechas con cadenas de oro...

Mi Hermosa Veela y La Melodía PerdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora