Memorias Dolorosas II: Soleil

332 17 264
                                    

--------------------▫◼▫---------------------
Capítulo dedicado a MishiWolfsamacava🌹 y a lilylovegood07🍏
(Mishell, Meissa y Lydie💕)
---------------------▪◻▪--------------------

La sala común de Ravenclaw, como todas las mañanas, tenía una bella melodía siendo tocada por el piano encantado ubicado cerca a los sillones alrededor de la chimenea.

Los estudiantes gustaban de estar sentados con grandes libros y sonrisas, o con pergaminos y tinteros en las mesas de trabajo, adelantando tareas y proyectos. La calma y las conversaciones moderadas era lo primero que uno escuchaba al bajar por las escaleras, y las risas sin exageración eran muy comunes en los alrededores.

— ¡Gané otra vez! —varias miradas confundidas le fueron dirigidas a la de cabellos negros, mientras ella, con una sonrisa y la pieza del rey blanco en su mano derecha, celebraba el haber vencido a Lydie en un juego de ajedrez muggle.

— ¿Me puede explicar alguien, cómo fue que sucedió esto por sexta vez consecutiva? —se dejó caer de espaldas en el sillón, exasperada por su mala suerte—. Por cosas como éstas, me gusta más el mágico.

Mishell recogió su premio: una bolsa llena de dulces con sabor a miel y miró a su amiga con la sonrisa calma de siempre.

— El muggle es interesante —sacó un caramelo y se lo llevó a la boca—. El mágico, algo común para nosotros.

La diseñadora bufó, deseando tener a Aria para que le dijera una de sus tan necesarias frases levanta ánimos. Una mueca triste se instaló en su rostro al recordar a la veela.

— ¿Ya saben a quién le van a apostar? —intervino Megan, tomando asiento junto con Lorcan.

Ambos habían estado pasando mucho tiempo juntos en las últimas semanas.

— Gryffindor —la firmeza en las palabras de Lydie hicieron que Megan elevara una ceja—. Bueno, lo digo por Estel, obviamente...

— Jake estará muy feliz de tenerte a su lado.

Ella se sonrojó levemente, bajando la mirada y jugando con sus manos.

— ¿Y tú, Mishell?

La aludida pareció pensativa durante breves segundos, pero pronto tuvo un rostro seguro.

— A los dos —resolvió, llevándose otro dulce a los labios—. Gryffindor por Estel, y Slytherin por Elnath.

Los tres la observaron con sorpresa.

— No sabía que eras cercana a él —admitió Lydie, arrebatándole un dulce sin que se diera cuenta.

— Y no lo soy mucho —se encogió de hombros—, pero Estel sí, y Altair también.

— Altair, ¿Eh? —la codeó su amiga, con una sonrisita burlona.

Mishell ladeó la cabeza con extrañeza.

— Tú puedes, Diane.

Se giró a ver de dónde provenía aquel murmullo alentador, descubriendo a tres chicas de tercer años empujando a una cuarta señorita de cabellera castaña y orbes azules.

Altair Foster acababa de bajar las escaleras, y al parecer él era el objetivo de la tímida niña que estaba sonrojada hasta las orejas.

Mishell la vio alejarse y llegar hasta el prefecto. Altair, quien parecía desconectado con el mundo, salió de su trance y prestó atención a lo que tenían que decirle.

Mi Hermosa Veela y La Melodía PerdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora