Treguas y temores

266 18 338
                                    

┃-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·)✰☽✰(·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-┃

Capítulo dedicado a -lxnatica🌙, atenaspdm🍁, Naycem⚡, AngelPeverell🍭 y a betania_12🍑
(Estel💜)

┃-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·)✰☽✰(·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-┃

Estaba en la biblioteca, alimentando su hambre de conocimiento, esforzándose por descubrir qué era lo que le faltaba para poder estar a su altura.

Ella era inteligente, eso siempre se lo habían dicho y de por sí, lo sabía; lo había heredado de su madre y se sentía muy orgullosa al respecto.

Quizá no fuera tan sociable como sus primos, pero en cuanto al nivel con el Quidditch, era tan habilidosa como todos ellos.

— Elnath, por amor a Merlín, así no se puede estudiar...

Esa voz...

Despegó la vista de su enorme libro de Transformaciones, encontrándose con Estel Ricci y Elnath Foster, ambos sentados mesas más allá, riendo muy bajo mientras procuraban que madame Pince no los escuchara.

Ya ni en la biblioteca podía escapar de su presencia.

El echo era que Rose Weasley tenía cierta rivalidad hacia la prefecta de su casa, y todo había comenzado el día en el que se dio cuenta de que, a pesar de ser sociable y muy ocurrente, era brillante. Esa chica le había robado las respuestas de la boca en las clases en poco tiempo, volviéndose una de las favoritas de los profesores. ¡Incluso su tío Harry y Teddy la alababan en clases!

Así, con el correr del tiempo, había logrado lo que ella siempre había anhelado: el puesto de prefecta.

No podía aceptarlo, no se había esforzado tanto desde el primer año como para que ella viniera y le quitara aquello en lo que solía asegurar que era su fuerte: el estudio, el ser la número uno.

— Señor Foster, este es un lugar silencioso y solo apto para aquellos que saben guardar la compostura, por lo que si no se controla, tendré que pedirle que se vaya.

— Lo lamento, no volverá a suceder.

Madame Pince le había dedicado una última mirada de advertencia al mitad veela, para luego volver a revisar la gran pila de papeles que tenía en su escritorio.

Rose se quedó mirando la escena por un poco más de tiempo, teniendo esa extraña sensación en el pecho que llegaba a ella cada vez que veía a alguien conocido con su grupo de amigos. Lo había sentido con Albus y Aria, con James, Fred y Maribel, incluso con Louis y Lucy y demás familiares y amigos de los mismos.

Mi Hermosa Veela y La Melodía PerdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora