El jardín presentaba tanta tranquilidad y belleza aquel día, que ella supo que su premonición sería cumplida en pocos minutos.
Dejó la pequeña taza sobre el plato de porcelana; a su lado, los diferentes pasteles aún se mantenían cálidos al mismo tiempo que emanaban un aroma delicioso.
Ella sonrió.
— Madam, han llegado.
La de cabellos dorados se enderezó aún más en su sitio, en todo momento mantuvo su pequeña sonrisa presente.
— Mi querida Felicia, tráelos ante mí —pidió con tono suave.
La elfina asintió, desapareciendo en el acto.
Los minutos corrieron a paso lento, y ella se mantuvo observando el despejado paisaje; analizándolo y ayudándolo a mantenerse con igual hermosura.
El paso apresurado que dirigía la marcha se detuvo, y ella supo que se debía a su presencia.
— No puede ser...
Sonrió aún más y se levantó con suma delicadeza. Dejó de darles la espalda y ambos gemelos murmuraron la misma frase que Maribel hubo dicho segundos atrás.
James tragó en seco, quedándose estático y rígido en su sitio, admirando el rostro de la fémina que los observaba con calidez.
Albus no dijo nada, puesto que aún seguía dándole vueltas a la imagen del jardín por el que tuvieron que caminar para llegar.
La pelirroja retomó su caminar acelerado y, en solo segundos, estuvo aferrada a la hermosa mujer de orbes azules.
La más alta la envolvió con sus brazos, acariciando su larga y ondulada cabellera con cariño, permitiendo que la adolescente recostara el rostro contra la suave tela de su vestido blanco.
Cuánto la había extrañado.
— Grand-mère —murmuró, inhalando su agradable aroma.
— Mon cher Maribel, cela fait longtemps.
James hizo un esfuerzo por entender lo que se decían, pero lamentablemente no lo consiguió. Su novia lo observó de reojo, viendo su confusión; sonrió dulcemente y se separó de la silueta ajena.
— Deberíamos dejar de hablar en francés —rió levemente—. Hay dos de nosotros que no dominan muy bien el idioma.
Se giró a ver a James, quien le agradeció con la mirada.
— Bueno... —Elnath salió de su trance, volviendo a tener la sonrisa de siempre—, mientras nosotros entendamos, no creo que suceda nada malo.
— ¡Elnath! —llamó la atención su prima. Él simplemente se encogió de hombros mientras se acercaba a su abuela materna.
La mayor rió y tomó el rostro de su nieto entre sus manos.
— Siempre tan lleno de vida —murmuró, logrando que el Slytherin dejara la burla de lado para dejar impresa en su sonrisa al cariño—. Has crecido mucho Debna.
— Siempre he sido así de alto, grand-mère —se dejó abrazar—. Y también el más guapo.
Recibió un beso en la frente y dio un paso al costado, dejando que su hermano menor se acercara.
— Grand-mère... —Altair sonrió a mitad del abrazo—. Te he extrañado mucho.
— Y tu metamorfomagia me lo hace saber —rió, señalando el rosado claro que estuvo a punto de reemplazar al dorado—. ¿Has estado cuidando que Elnath no se meta en problemas?
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Mi Hermosa Veela y La Melodía Perdida
Fanfiction«Segunda parte de ''Mi Hermosa Veela''» Después de un año lleno de sorpresas y desafíos, la calma parecía haber regresado al mundo mágico. Y mientras el legado de Voldemort cumplía su condena en Azkaban, los hijos de los héroes de la Segunda Guerra...