Momentos de crisis

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—¿Has oído? Cuatro estudiantes volvieron a desaparecer.

—Hogwarts es más insegura de lo que pensaba, es una completa falta de competencia por parte de los altos mandos el no saber proteger a sus estudiantes. Lo peor de todo es que nuestros compañeros y los de Mahoutokoro también están siendo afectados, deberíamos irnos de aquí.

Albus apretó el agarre en el tenedor con el ceño fruncido y la atención fija en un punto de su plato; a su lado, Aria bajó la cabeza avergonzada, sintiendo la culpa como suya. Scorpius masticó sin ganas el trozo de carne en su boca y Lyra agregó una preocupación más a su mente, como si el temor por saber qué le esperaría en la mansión de sus padres después de haber aceptado una reunión con ellos —en compañía de Scorpius y Draco— no fuera suficiente.

Ahora tanto los estudiantes de Ilvermorny como de Mahoutokoro los miraban mal; no solo a ellos, a todo Hogwarts en .

—Ella está en el certamen —murmuró un chico de Ilvermorny sentado en la mesa de al lado, no importándole si todos lo escuchaban o no—. Es más que evidente que no se preocupa, puesto que está protegida por la marca en su brazo —Aria bajó aún más la mirada—. Ella podría influenciar a su directora para que suba la seguridad en su colegio, aún así parece no importarle en lo más mínimo que todo siga empeorando, apuesto a que lo único que quiere es ser el centro de aten-...

—Atrévete a terminar tu estúpida frase y juro por Merlín que ni madame Pomfrey podrá curar los efectos de la maldición que te lanzaré —advirtió Calíope, levantándose abruptamente de su sitio al lado de su prima, golpeando sus palmas contra la mesa.

—¿Es esa la educación que dan aquí? —intervino una chica de Ilvermorny a dos metros del primer chico.

—Bueno —ahora fue el turno de Elnath para hablar, haciendo un ademán con la mano que sostenía el tenedor—, si hablamos de educación, me parece que su querido colegio no les inculcó el saber guardar silencio cuando no saben ni el comienzo de una situación. Ustedes nos acusan de ser los responsables aun cuando se sabe perfectamente que la mayoría de los desaparecidos son de Hogwarts y, discúlpenme si los ofendo —se levantó mientras rodeaba la mesa—, pero el que sigan esparciendo idioteces no solucionará nada.

Estel intercambió miradas con Frank, pidiéndole silenciosamente el que cubriera su puesto unos instantes; posteriormente, después de que el otro prefecto asintiera, se dirigió hacia la salida, dispuesta a buscar a su novio.

Calíope les dio una última mirada de advertencia al pequeño grupo y volvió a sentarse.

—¿Estás bien, Ari?

—Sí, no debiste responderles —tomó aire y levantó la cabeza—. No valían la pena.

—No podía simplemente dejar que te siguieran atacando —miró al novio de su prima a su lado—. Hubiera intervenido mucho antes, pero pensé que Albus los callaría.

El aludido le devolvió la mirada, y Aria sonrió suavemente mientras negaba en silencio.

—Albus sabe que no era necesario.

—¿Por qué dices eso? —siguió la Slytherin, no entendiendo porqué su prima se empeñaba en mantenerse en aquella postura.

—Cuando pasas mucho tiempo rodeada de murmullos, aprendes a ignorarlos.

—Eres demasiado amable, Aria —reprochó la Slytherin.

—Ni creas. —Lyra soltó una risita—. Recuerdo muy bien los primeros años, ella era la primera en salir en defensa de Albus y Scorpius.

Mi Hermosa Veela y La Melodía PerdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora