Trabajar en Blue Moon no era tan difícil como pensaba. La mayoría del tiempo de mi turno contaba como horas libres. No mucha gente venía, solo entraban personas que iban apuradas a su trabajo, o aquellos compradores recurrentes que ya tenían un espacio reservado todos los días. Así que me pasaba la mayoría del tiempo haciendo tareas o hablando con Sam, Ashton y James.James.
Hablábamos todos los días y a todas horas. Nunca había sentido una conexión tan grande con alguien. Aunque Ash y Sam eran mis mejores amigos, siempre sentí que yo era quien sobraba, la tercera rueda. La que había llegado tarde al vínculo.
Con James era distinto; compartíamos gustos en películas y series, me contaba cosas sobre su vida con mucho entusiasmo, y hasta nuestro color favorito era el mismo. Me mandaba cosas que le recordaban a mí, me felicitaba cuando me pasaban cosas buenas. Por fin me sentía escuchada al 100% por alguien. O bueno, leída por alguien.
Eso era el punto malo: James y yo solo hablábamos por mensaje. Todavía no sabía por qué no se me había acercado a hablar jamás; una parte de mí me decía que era porque en realidad se avergonzaba de mí, o que era demasiado aburrida y que solo me contestaba porque no quería hacerme sentir mal. También estaba el hecho de que yo tampoco me le había acercado jamás... me da demasiado miedito, no juzguen
El día de clases por fin había terminado, y después de varias horas de escuchar como Sam se quejaba de tener otro castigo por pelearse con Hunter, teniendo que limpiar la terraza los dos solos, (El cliché sigue avanzando, sí); por fin me dispuse a caminar a la parada de autobús para ir al trabajo, eso hasta que sentí a alguien gritar mi nombre. Al girarme, casi me da un paro cardíaco al ver a James casi corriendo hacia mí con una sonrisa. Hablando del rey de Roma.
Ahogué un suspiro al verlo en persona. Era extraño, estaba tan acostumbrada a solo ver su foto de perfil cuando respondía sus mensajes. Me resultaba irreal, algo que en solo mis fantasías más locas pasaba. Pero el de verdad estaba ahí, con su cabello rubio, desordenándose aún más por la brisa otoñal, y con su aire de príncipe envolviendo todos mis sentidos.
Ok, Charlotte, no entres en pánico. Actúa tranquila
—Hey. —Dije. Además, era la primera vez que hablábamos desde detención, lo cual me dejaba en una posición aún peor; no quería decir algo estúpido y espantarlo.
—Hola, te estuve buscando. —Respondió, recuperando el aliento. —Me pasé casi todos los recreos buscándote.
—¿Por qué no me mandaste un mensaje y nos encontrábamos? —Pregunté, sonriendo levemente. Mi cerebro repetía sus últimas palabras, haciéndome temblar de la emoción.
James abrió la boca y luego la cerró rápidamente.
—Creo que no lo pensé.
—¿Cómo estás? —Buscó sacar conversación. Saqué de mi cabeza lo bien que se veían sus ojos verdes luminosos, y me dispuse a responder.
—Todo tranquilo. —Sonreí. —Me dirigía al trabajo en realidad, entró en media hora.
—¿Trabajas? —Me preguntó, frunciendo el ceño.
—Pensé que te lo había contado. —Asentí, rememorando los mensajes por Instagram —Pero sí, trabajo en una cafetería de por aquí, empecé hace una semana.
—Eso es increíble— me felicito —siempre admiré a las chicas independientes.
—Gracias. ¿Y tú? ¿Cómo estás?
—Igual, todo bastante bien. Solo algo estresado. —Lo miré confusa, dándole a entender que me siguiera contando —No me está yendo del todo bien en Historia, todos los temas me parecen muy raros. Es muy aburrido, detesto la materia.
ESTÁS LEYENDO
Historias De Un Personaje Secundario
Teen FictionCharlie Jackson se consideraba un personaje secundario. Siempre siendo la chica que estaba ahí para todos, se conformó con observar las historias desde afuera con el simple rol de acompañante. Porque eso hacen los personajes secundarios: Apoyan a lo...