Capitulo 29: Que la suerte me acompañe...para todo

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Creo que ya tenemos bastante establecido que todo me pone nerviosa. Eventos sociales, presentaciones orales, comidas, y cada vez que me sonríe el bonito chico de preciosos ojos azules.

Esperen, ¿Dije ojos azules? No, quería decir, cada vez que cualquier chico me sonríe. O sea, los ojos azules me gustan, sí, por lo que si tienen ojos azules también me pondría nerviosa, ¡No si es Hunter, igual! Digo, él tiene bonitos ojos, pero no son lo que más me gusta de él, digo, ¿No son los ojos que más me gustan? Maldita sea, ¿Desde cuándo entró Hunter a la conversación?

La cuestión es que muchas cosas me ponen nerviosa ¿Ok?

 Entre ellas: Los exámenes

¿Y qué daba hoy? El examen de ingreso para la universidad. ¿Y como estaba? Muriendo de nervios, claramente

—Basándote en el texto, ¿Quién escribió El Quijote? —Me preguntó Sam, leyendo uno de los ejemplos que la universidad me había mandado.

Miguel de Cervantes, claramente, pero eso ya lo sabía. ¿Debería expandir más?

Me había pasado los últimos días repasando no solo los ejemplos de examen que la misma institución me había mandado, sino que también había logrado encontrar otros exámenes viejos en los que también había basado mi plan de estudio. Ya había repasado cada caso desastroso que podría llegar a ocurrir y estaba haciendo mi mayor esfuerzo para combatir cualquier contratiempo, como si estuviera a punto de ir a una guerra con solamente una cuchara y necesitara estrategias de supervivencia.

Igualmente, sentía que me faltaban muchas cosas por repasar; Así que había decidido buscar en internet otras preguntas de literatura general, otras ecuaciones que quizá debía saberme y ya me había visto seis videos en internet para aprender como dividir entre dos cifras sin calculadora (las matemáticas definitivamente no son lo mío).

Pero no me sentía lista, podía estudiarme toda la biblia de inicio a fin e igualmente no me sentiría lista. Y lo peor es que ahora ya no podía hacer nada, ¿Por qué? En solo una hora y media, luego de salir de la escuela, debía darlo. Imagínense como estoy.

—Podrías mencionar el año quizá. —Sugirió, cerrando su locker. Le había pedido a Sam si me podía ayudar a estudiar algunas cosas. Ella era la persona más inteligente que conocía, por lo que su conocimiento en temas generales quizá serviría para calmarme más.

—Ok, entonces: Al Quijote lo escribió Miguel de Cervantes, y fue publicado en 1605. —Resumí, fijándome en el texto para analizar que me habían mandado.

—Me parece que así está bien. —Asintió mi amiga.

—Sí, está bien, porque es la pregunta más fácil del universo. De seguro me pondrán cosas el triple de difíciles. —Suspiré. —¿Y si no hago el examen y ya?

Hace días iba considerando esa posibilidad, ¿Y si solamente no iba al examen y me conformaba con estudiar por mi cuenta? Serían años de preparación tirados a la basura, pero me ahorraría la gran vergüenza de sacarme una mala calificación.

—Charlie, te va a ir muy bien, siempre te va bien en literatura, no debes preocuparte. —Me aseguró. —Además, si es parecido a lo que te mandaron, será muy sencillo, es simple comprensión lectora, y la parte de matemáticas son solo ecuaciones. Para los que yo he aplicado son casi el triple de esto; en uno hasta tengo una pasantía de análisis de un corazón de cerdo, ¿Puedes creerlo? Esto va a estar sencillo, será puro sentido común.

Ja, sí, claro, es fácil decir eso cuando eres la persona a la que mejor le va en toda la secundaria, nombrada capitana del club de debate y el de ciencias 5 veces, y con la sorprendente habilidad de pasar exámenes mientras que tu vida alrededor es un caos o con solo tres horas de sueño. Definitivamente, para ti es puro sentido común.

Historias De Un Personaje SecundarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora