A veces me pregunto hasta qué nivel llega mi estupidez.
Hunter no estaba en el baile. Recorrimos todo el gimnasio, fuimos hasta la biblioteca y pasamos todos los jardines. Hasta decidí revisar debajo de las gradas del campo de futbol, pero solo interrumpí una situación comprometedora de una pareja.
El chico no estaba, seguía igual de desaparecido que días antes, y por un segundo pensé en rendirme. Quizá esta era la señal que necesitaba para dejar toda esta loca idea de lado. El universo me estaba diciendo que Hunter no quería verme, y que esto era una mala idea. Que ya era muy tarde.
Pero no estaba para juegos esta noche, así que a la mierda con el universo, si planeaba arriesgarme, lo haría hasta que se me terminen todas las opciones.
Así que tome las llaves del auto de la madre de Patrick, quien parecía bastante contento con mi determinación, y me despedí por el momento del baile de graduación.
¿Quizá hubiera sido mejor parar unos segundos para organizar mis ideas? Sí, probablemente.
La parte delantera de la Gran Mansión Brooks se presentaba frente a mí con la misma soledad y elegancia de siempre. La oscuridad de la noche se reflejaba dentro de las ventanas, porque dentro no había ni un rayo de luz que se colara entre las cortinas cerradas.
Parecía... Vacía. Más vacía de lo que normalmente se sentía.
Salí del auto, con un poco de frío por la ventisca de final de primavera. Camine hacia la puerta de entrada por primera vez desde que conocí esa casa; el silencio me daba escalofríos. Me estacioné frente a la puerta, y consideré por un segundo tocar el timbre.
Pero, recordé, las luces estaban todas apagadas.
Mierda, ¿No había nadie? ¿De verdad no había nadie?
Ahí empecé a sobrepensar: No había sentido en tocar la puerta, todos posiblemente estaban dormidos o fuera, no sabían que yo estaba aquí, y dudo mucho que el padre de Hunter viniera a abrirme si tocaba. Solo iba a molestar.
Hunter no fue al baile de graduación, Hunter no estaba en su casa tampoco o estaba dormido. Y muy posiblemente, Hunter no quería verme.
¿Era sobrepensarlo mucho si decía que quizá no había ido por no querer verme a mí? ¿Qué me odiaba tanto que no quería ni estar en el mismo espacio que yo? ¿Qué todo se había arruinado desde el momento en el que le dije que hubiera preferido no conocerlo?
Había vuelto a pensarlo demasiado, sí. Ya no tenía sentido, estaba sobreanalisando todo. Miré hacia el piso llenando mis pulmones de aire. ¿Qué estaba haciendo aquí? Esto de verdad no tenía sentido
Me giré sobre mi eje, y comencé a rápidamente caminar de vuelta hacia mi auto, con un nudo en mi estómago y la sensación de que ya estaba empezando a arrepentirme de alejarme.
—Creí que yo era el de las salidas dramáticas. —Me sobresalté mientras mi corazón se paraba al escuchar esa voz. —Tienes que dejar de intentar robarme mis títulos, Lottie.
Desde las sombras se acercaba una figura levemente más alta que yo, que usaba una chaqueta de cuero y jeans negros que lo hacían camuflarse junto a su cabello color carbón, pero con unos ojos azules tan brillantes que parecían estar iluminando toda la calle.
En cualquier otro caso hubiera entrado en pánico y hubiera corrido hacia mi auto con miedo a que me secuestren. Pero esos ojos eléctricos los conocía mejor que a cualquier otra cosa. Y solo una persona en esta Tierra me decía Lottie.
—Hunter. —Solté en un suspiro. Olvidándome de absolutamente todo lo que estaba pensando al momento en el que se paró en frente a mí.
Con la poca luz que salía del porche de los Brooks y las lámparas de la calle podía ver a la perfección su cara. Se le notaba confundido, con las cejas fruncidas y la boca levemente abierta, sus ojos me miraron una vez de arriba a abajo, pero después se mantuvieron completamente fijos en los míos, como intentando descifrar todo solo con la mirada.
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Historias De Un Personaje Secundario
Teen FictionCharlie Jackson se consideraba un personaje secundario. Siempre siendo la chica que estaba ahí para todos, se conformó con observar las historias desde afuera con el simple rol de acompañante. Porque eso hacen los personajes secundarios: Apoyan a lo...