Capítulo 12: ¿Como carajos se va a la universidad?

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—¡James!— Llame a mi novio, quien volteó su mirada de su auto hacia mi al momento en el que me escucho. Llevaba su camiseta de entrenamiento, y su piel perfectamente bronceada brillaba por el sudor.

—Hola, bebé. —Me saludo. Arrugué la nariz. —¿No te gusta?

—Es raro. Me suena extraño decirle a tu novia bebé cuando es una palabra usada para referirse a infantes. — Expliqué —Casi pedofilico.

—Ok, ok. —Rio. —Cambiaré de palabra.

Me acerqué y besé sus labios como saludo.

—¿Cómo te fue con tus amigos? ¿Lograron terminar los temas de matemática?

—Oh, eh, bastante bien, aunque sigo sin entender nada de química. —Dijo, pasando su brazo por mis hombros y llevándome a su auto.

—Pues lamento decirte que ahí ya no puedo ayudarte; nunca entendí nada de química. —Sonrió

—Igualmente, te tendré para Historia. —Dijo, apuntando con el dedo. —Todo el fin de semana.

Al final, como hoy me iba a reunir con Sam, con mi novio habíamos arreglado juntarnos todo este fin de semana. Me quedaría a dormir en su casa y aprovecharíamos a trabajar para una prueba de historia medieval que ocurriría la semana siguiente... Entre otras cosas.

¿Se dan cuenta qué dije ''Mi novio''? ¿No suena hermoso? Mi novio hace 2 semanas. Las mariposas en mi estómago revoloteaban con muchísima fuerza.

—Claro que sí, lo prometido es deuda. —Acaricié su rostro. —Vamos a hacer un programa de estudio muy estricto, quiero que lo sepas, vamos a hacer muchas horas de lectura. Te va a ir bien en esa prueba, lo quieras o no.

—¿Tan estricto? —Hizo una mueca, tomándome de la cintura. —Yo preferiría menos estudio, y quizá más besos.

—Huh, podemos arreglar eso. —Pase mis brazos alrededor de su cuello. —Quizá algún tipo de sistema de recompensas.

—Pregunta bien, te doy un beso. —Asintió. —Donde yo quiera, eh. Me gusta la idea.

Volví a juntar nuestros labios, de la misma forma en la que lo había hecho desde que empezamos a salir.

—Pero solo serán recompensas, ¿Ok? Para que te concentres. —Dije cuando nos separamos, y me sorprendí cuando me robo otro roce de labios.

—Lo que tú digas, profe.

—Que estúpido. —Rodé los ojos, riendo con burla.

—Aw, pero así me quieres. —Me abrió la puerta del asiento del copiloto, y agradecí su caballerosidad con una sonrisa.

—Capaz no seas un buen estudiante, pero si eres todo un caballero.

Lo oí reír, cerrando su puerta. El ruido de su celular retumbo en el vehículo, causando que sonriera ampliamente.

—¿Quedo muy metiche si te pregunto que recibiste? —Me burlé, viendo como pasaba su dedo por la pantalla. Él rio.

—Una notificación del sitio de Stanford. —Suspiró. —Me avisan del recorrido universitario. No puedo creer que en 10 meses voy a estar en ese campus jugando al fútbol con los mejores.

—Suena increíble. —Estuve de acuerdo, James empezó a conducir fuera del estacionamiento. —Stanford parece una universidad muy buena

—La mejor. —Corrigió. —Uno de los mejores equipos de fútbol del país, mucho mejor que cualquiera de los equipos de Wisconsin. También tiene una educación excelente, todavía no sé que voy a estudiar. Pero estoy seguro que a ti te encantaría.

Historias De Un Personaje SecundarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora