Yo sola me meto en estos líos.
Luego de todo lo que había pasado y una conversación incómoda con Melissa —la dueña de la casa— en donde me había excusado diciendo que me había cortado con una lata de cerveza, había conseguido descubrir donde guardaba el botiquín de emergencias.
Así que había guiado a Hunter hasta el piso de arriba, en donde no había absolutamente nadie. Ni siquiera se podía escuchar la música de abajo por lo grande que era la casa. Y todo esto mientras me maldecía a mi misma por ser una idiota que constantemente se siente culpable por todo.
¿Las cajas para la cafetería son entregadas mal? Lo siento, mi culpa ¿El autobús se rompe antes de que pueda llegar a la casa de mi tía? Nuevamente, mal yo ¿Un chico, que me lastimo y es novio de mi ex mejor amiga, me salva de otro que quería atacarme? ¡Claro que es mi culpa, vamos a ayudarlo a curar sus heridas! ¡Wohoo!
Como ya dije, solo yo me meto en esto.
Lo hice pasar sin cerrar la puerta, y apenas pise dentro del baño, él volvió a mirarme.
—¿Él llegó a herirte?— Me pregunto, y me tomó por sorpresa, ya que no esperaba hablarle tan rápido.
—¿Qué?
—¿Él llegó a hacerte daño? ¿Él llegó a besarte?— Siguió.
—No, él no llegó a hacerme nada, no pasó nada.— Balbucee, mirando al piso asustada por como me miraba con preocupación. —Él quería, pero... No, no pasó nada. Estoy bien.
—¿Ningún agarre muy fuerte? ¿No te duele nada?
Volví a negar, pero instintivamente llevé mi mano a mi pecho. Y si a la culpa quieren sumarle algo, súmenle el sentimiento de claustrofobia, como todo el aire de mis pulmones estaba estancado en un solo lugar, sin poder circular con normalidad.
La situación que había ocurrido solamente minutos antes claramente seguía grabada en mi mente, todavía me temblaban las manos y el corazón me seguía latiendo rápidamente. Una parte de mí todavía seguía sintiendo el aliento teñido de alcohol del pelirrojo frente a mi cara, lo que me hacía querer darme un baño de 18 horas para borrar cualquier rastro de él.
—¿Y, Cómo estás?— Escuche que volvió a preguntarme, sacándome de mis pensamientos. —Mentalmente, digo. Pareces nerviosa.
—Ya te dije, está todo bien, no pasa nada.— Respondí, queriendo que dejara el tema.
Porque no sabía si los nervios eran por lo que había pasado, o porque él estaba tan solo a centímetros de distancia.
—No dejas de mover las manos.— Comentó, cruzándose de brazos —No parece como si estuviera todo bien.
Intente ignorar el hecho de que me estaba observando, y deje mis manos junto a los lados de mi cuerpo, inmovilizándolas.
No me gustaba sentirme tan expuesta, sobre todo ante Hunter; me había limpiado las lágrimas tan solo minutos atrás, estaba mostrando una debilidad que no quería.
Que no debía estarle mostrando.
—Bueno, no es como si me paso algo bonito ¿No?— Ironice, subiendo la mirada por primera vez, manteniendo una seriedad desconocida —No es como que me regalaron rosas o algo así.
Hunter asintió lentamente, pero todavía tenía el ceño tenso.
—No, definitivamente no fue algo bonito.— Murmuro. —Por eso no debes actuar como que todo está bien.
—No, es algo horrible y no debería pasarle a nadie.— Respondí, empezando a cansarme —Pero lamentablemente ocurre, y con el tiempo, no sé, vas acostumbrándote.
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Historias De Un Personaje Secundario
Teen FictionCharlie Jackson se consideraba un personaje secundario. Siempre siendo la chica que estaba ahí para todos, se conformó con observar las historias desde afuera con el simple rol de acompañante. Porque eso hacen los personajes secundarios: Apoyan a lo...