Historias De Un Personaje Secundario

Capitulo 9: Mi habilidad de convencer no le gana a un cobertizo

Bufé al ver a Sam dar la catorceava vuelta a su cama y la razón número doscientos ochenta y nueve por la cual no podíamos ir a la fiesta. Acariciaba su cabello rubio, ansiosa; y yo temía que en cualquier momento creara un agujero en el piso por sus pisadas.

—¿Y qué pasa si hay alcohol? No tenemos la edad suficiente. —Eso me hizo reír.

—¿Me estás hablando en serio? —Pero sus ojos me decían que sí, efectivamente estaba preocupada por el alcohol. —Bien, no importa. No tienes por qué tomar, si no quieres, yo te acompaño. Y si quieres probar, también cuentas conmigo.

—Igual no iré.

—Oh, vamos, Sam. Será divertido. —Puse mi mejor cara de perrito mojado. —Es la primer fiesta de chicos senior a la que nos invitan.

—Solo a ti, y solo porque es tu novio quien la organiza.

James estaba organizando la fiesta de Halloween en su casa este año y se había encargado de recordarme que yo era su "Invitada de honor".

¿Me había sentido especial por eso? Por supuesto que sí

—Y además, dudo que me quieran ahí. —Sentí la cama hundirse levemente cuando se desplomó junto a mí.

—Sam, no me importa si ellos te quieren o no en la fiesta, yo te quiero ahí.

No solo era que no quería enfrentarme sola a todos esos deportistas que no conozco demasiado, sino que también sabía lo bien que le haría a mi amiga salir y relajarse un poco, ella se queja todo el tiempo de estar estresada y aburrida por su madre y por la escuela. Pero ella seguía mirándome dudosa, por lo que mi convencimiento no estaba avanzando. Así que decidí sacar mi arma secreta.

—James me dijo que Lucas quería verte ahí. —La carta Lucas hizo que su cara enrojeciera —Desde la cita han estado muy unidos, hoy podría ser una buena oportunidad para que algo pase.

La cita de Sam y Lucas había salido... ¿Bien? No estaba muy segura, siendo sincera. Por lo que ella me había contado, fueron a tomar un helado, conversando de la escuela y de sus vidas: Resulta que Lucas tiene 2 hermanos mayores, uno médico y el otro jugador de tenis profesional, que parecen ser los favoritos de su padre, por lo que siempre lo presiona para que sea como ellos; con lo que Sam pudo identificarse. Lograron encontrar cosas que a ambos le gustan, y el jugador de basquetbol derramaba cumplidos por doquier; pero de repente algo, que no se me fue especificado, ocurrió, que pareció arruinarlo un poco y dejar a mi amiga muy insegura de su nuevo vínculo. Sin embargo, todavía le tengo fe a esta pareja.

Aunque primero está el bad boy, claro está.

—No lo sé, quizá se aburrió de mí en la cita

—Lo dudo, por algo preguntaba por ti. —Dije —Y por algo también te invito a una cita.

La rubia se tiró hacia atrás en su cama, dejando caer su cabello a un lado, soltando un suspiro.

—No entiendo nada. Él jamás se fijaría en mí.

—Sam, ya hablamos de esto. —Bufe, harta de la negatividad que casi parecía irradiar de ella. —Eres una chica hermosa; te diría que la más hermosa de toda la escuela. ¿Verdaderamente no te das cuenta como Lucas te mira?

—Deja de inventar cosas, Charlotte.— Negó, acomodando sus anteojos y mirando hacia abajo. —Además, mi interacción con Lucas es nula, apenas pudimos hablar en la cita, es imposible que haya "quedado flechado".

Siempre me sorprende la manera en la que una Sam emocionada difiere de la Sam común y neurótica. Es como si una vez que la emoción pasa, entra en un tremendo estado de negatividad y necedad.