¿Recuerdan lo que dije unos capítulos atrás? ¿Lo de que la vida es hermosa y va cuesta arriba? Bueno, creo que me olvidé de mencionar que, físicamente, no existe absolutamente nada que vaya solo cuesta arriba. Todo lo que sube tiene que bajar. Y para mí, bajo tan fuerte que me estrelle en pedazos contra el piso.
Y todo comenzó una semana antes del partido de fútbol de James contra la escuela East High, para pasar a la siguiente ronda del campeonato escolar.
—Y por eso se dice que la caída del imperio romano fue el suceso que marco el cambio de la Antigüedad a la Edad Media. Sin embargo, es algo imposible marcar un cambio de época, es decir, un cambio en la mentalidad y forma de vivir de una civilización, en un solo suceso. Así que yo diría... —Pero me detuve en el medio de mi oración, cuando note que James parecía estar en otro planeta. —James, ¿me estás escuchando?
El rubio se sobresaltó, dejando de jugar con el balón que tenía entre las manos y tomando de vuelta su lápiz.
—Eh, si, perdón. ¿La caída del imperio romano fue en la edad media, entonces?— Rodé los ojos al ver que no me había prestado la mínima atención
—James...
—Bien, es verdad, no estaba escuchando. Es que todavía no entiendo nada. —Se quejó, tirando los cuadernos a un lado.
—Quizá si prestaras más atención, sería más fácil. —Le reproché
—Quizá si fueras mejor maestra, entendería más— No fue lo que dijo, sino el tono defensivo con que lo dijo lo que más me dolió. Mire hacia el piso, avergonzada
Creo que no soy tan buena maestra como pensaba. Quizá no debería reprenderlo o insistir tanto.
—Lo siento. —Murmuré. Mágicamente, James pareció notar mi descontento, y sus facciones se suavizaron. Ya no se veía tan enojado.
Se acercó, sentándose junto a mí en la cama y dándome un beso en la mejilla
—No debí decir eso, no lo dije en serio. Eres la mejor profesora. —Hablo, acariciando con suavidad mi mejilla. —Estoy demasiado distraído con lo del partido del viernes. Jugamos contra East High, es un partido extremadamente difícil.
Hice mi mayor esfuerzo para olvidarse del comentario pasado, y di una sonrisa.
—Han entrenado mucho. —Intente asegurarle. Y no mentía, porque yo había sido testigo de muchos de esos entrenamientos. Además, según lo que sabía, en los amistosos que habían jugado hasta ahora les había ido muy bien. —Van a ganar, es seguro
—Tú lo dices porque me quieres. —Rio. —Yo sé que yo juego bien, por algo soy el capitán. Pero Will está lesionado, y el cornerback de reemplazo... No le sale nada, no logra taclear a nadie. Es un debilucho.
—Espera, ¿Will? ¿El Cornerback no eras tú? —Cuestione, confundida.
—Yo soy Quarterback, él es Cornerback. —Pero todavía no encontraba ninguna diferencia entre ambos términos, lo que lo hizo reír. —Y luego soy yo el que no presta atención
No importa cuantas veces James me haya explicado las posiciones y reglas del fútbol americano, me parecía imposible entenderlas. Cuando mirábamos un partido de la NFL en su casa, y escuchaba al relator explicar las jugadas que hicieron los Chicago Bears o el proceso que había pasado un tal Travis Kelce para meter un punto; me preguntaba por qué yo solo veía a un grupo de chicos tacleandose desordenadamente entre ellos y corriendo de un lado a otro. Y, en serio, ¿cuál es la maldita diferencia entre Touchdown y Gol de Campo? Para mí son lo mismo.
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Historias De Un Personaje Secundario
Teen FictionCharlie Jackson se consideraba un personaje secundario. Siempre siendo la chica que estaba ahí para todos, se conformó con observar las historias desde afuera con el simple rol de acompañante. Porque eso hacen los personajes secundarios: Apoyan a lo...