Estos días mi vida ha sido bastante aburrida. No importar, aunque es tranquilizante, te quita muchas cosas que antes le daban adrenalina a tu día a día.
Ya no tenía un drama con el que lidiar en persona, por lo que ahora solo me quedaban los dramas que veía en las series. Tampoco me habían invitado a ninguna fiesta, por lo que lo más interesante fue el cumpleaños de mi tía en donde nos reunimos a comer pizza. Y ni hablemos en el ámbito amoroso, lo más cercano que tuve a una cita fue un fanfiction de Timothée Chalamet.
Mis tardes, luego del trabajo, eran todas iguales: Llegar de la escuela, encerrarme en mi cuarto a hacer tarea y escuchar música, para luego cenar viendo alguna película con mis padres.
Eso. Todos. Los. Días.
Así que hoy decidí que sería distinto, tomaría la poca fuerza de voluntad que me quedaba e iría a algún otro lado luego de la escuela. Mi idea era ir a una librería que quedaba en el centro de la ciudad, una de segunda mano a la que solía frecuentar cuando me faltaban libros.
Y estaba emocionada de ir, hasta que mi madre me comentó en la mañana que necesitaba llevarse el auto esta vez porque papá no podía dejarla en el trabajo. No me malentiendan, no me molesta ir en autobús al centro, lo he hecho otras veces y me parece algo natural; Pero las pocas ganas que tenía de simplemente moverme, me hacían extrañar el confort de mi auto.
Sobre todo ahora, que debía caminar con botas de tacón (las cuales todavía me cuestiono por que sigo usando) hasta la parada de autobuses que quedaba a 2 cuadras de la secundaria.
—¡Jackson!— De repente sentí que me llamaron, y me volteé a ver a Patrick, que avanzaba rápidamente hacia mí con una sonrisa en el rostro. —Espérame.
Y si decía que verlo no mejoro mi humor, estaría mintiendo.
Patrick y yo no nos habíamos visto bastante, luego de nuestro acuerdo en la cafetería. En algunas clases que compartimos, como Educación Física y Ciencias Sociales, a veces conversábamos. Y luego me lo había encontrado varias veces en los pasillos, en donde nos quejábamos de las materias que teníamos luego.
Éramos simples conocidos, y eso no estaba mal.
—Hola Patrick, no te vi hoy— Lo salude —¿Cómo estás?
—Lo mejor que se puede estar teniendo que hacer un trabajo práctico de química.— Bufo, haciéndome reír.
—Créeme que te comprendo.— Contesté. Si había una clase en donde definitivamente no entendía nada, esa era química. —El único consejo que puedo dar es que no uses Wikipedia para el marco teórico, la profesora Díaz se da cuenta.
Patrick bufo, pasando su mano por su cabello.
—Maldita sea.— Reí — Pero ¿Y tú? ¿Qué haces? ¿Te vas a la cafetería?
Negué divertida, parando al encontrarme con la parada de autobús.
—No, hoy no trabajo.— Conteste —Pero igual no quería quedarme en casa, así que pensaba ir a una librería que hay en el centro. Por eso estoy aquí.
—Oh, ¿Vas para el centro? Mi casa queda allí.— Comentó —Puedo acompañarte si quieres, creo que se a que librería te refieres.
—¿Cómo sé que no quieres raptarme y por eso quieres seguirme?— Pregunte en broma, intentando alzar una ceja. Patrick negó
—Sería muy idiota intentar raptarte con mi poca habilidad física.— Rio —Con solo que me golpees en el estómago ya terminaré en el suelo. Me viste en Educación Física.
Lance una risotada esta vez.
Yo nunca había sido muy fan de educación física, o de cualquier cosa que requiriera movimiento para ser honesta; todo lo contrario a mi mejor amigo, con quien compartía la clase y era fanático de hacer ejercicio. Por lo tanto, cada vez que debíamos correr o jugar algún deporte, Ashton siempre corría más adelante o formaba parte de los equipos de los jugadores de fútbol, mientras que yo me quedaba atrás, sola, corriendo lo más lento que podía para no cansarme.
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Historias De Un Personaje Secundario
Teen FictionCharlie Jackson se consideraba un personaje secundario. Siempre siendo la chica que estaba ahí para todos, se conformó con observar las historias desde afuera con el simple rol de acompañante. Porque eso hacen los personajes secundarios: Apoyan a lo...