//TW: Ataque de ansiedad
Le cancelé la salida a Patrick, la discusión con Hunter me había dejado sin ganas de nada.
No sé muy bien como conducí hasta mi casa; fue como si me hubiera puesto a mí misma en piloto automático. Solo recuerdo despegarme de los brazos de Leyla, haber ignorado los comentarios preocupados de Peter y haber entrado a mi auto. Lo demás está borroso.
Ni siquiera me había dignado a saludar a mi madre, que se encontraba debajo en la cocina.
Inhalo, 1, 2,3; exhalo, 1, 2, 3; repito.
Me senté en mi cama, frente a la pared de fotos. Tenía un pálpito en mi oído izquierdo que no me dejaba pensar con claridad
Inhalo, 1, 2,3; exhalo, 1, 2, 3; repito.
La situación pasada se repetía en mi mente como una película, la confesión de Hunter se escuchaba al fondo entre respiraciones agitadas
''¿De verdad tengo que decírtelo, Lottie?''
Ni siquiera había sido una confesión directa, solamente me había hecho asumir las cosas por mi cuenta, reclamándome que era obvio.
Que sus mentiras tenían que ser obvias.
Maldito Hunter.
Un idiota que solo se había dedicado a utilizarme desde el momento que me había conocido; había sido su segunda opción, la chica para pasar el rato, el reemplazo de Sam. Me había hecho millones de promesas entre líneas en cada una de nuestras charlas, me había dado una imagen de sí mismo que luego rompió por completo al ser cómplice en el engaño a mi mejor amigo y haberme mentido en la cara jugando con mis sentimientos.
Pero posteriormente regresó y pidió disculpas con los ojos azules más arrepentidos y apenados que había visto alguna vez... Y yo le creí, me volví a entregar a las charlas filosóficas y sonrisas tímidas del chico Brooks, que tal como la primera vez, solo terminó decepcionándome.
Ahí entra mi propia estupidez ¿No? Solo yo le creo a palabras bonitas, pienso en sus disculpas como lo más real del mundo, sabiendo la gran tendencia que tengo a equivocarme.
Eso es culpa mía por ser una idiota, como siempre.
Pero Hunter no era lo único que me atormentaba, no, él había traído de vuelta millones de otras cosas que no me dejaban dormir.
Como Sam, por ejemplo, la otra cara de esta situación. Mi mejor amiga desde que somos niñas, pero con la que hace meses no hablaba. La chica que había roto el corazón de Ashton y me había ignorado, la que había pasado años pasándonos por arriba, usándome para su propio beneficio, y la cual nunca se había atrevido a pedir perdón. Pero sin importar que tan lejos este y cuan mal me haya tratado, yo no dejaba de recordarla y pensar en ella con la misma importancia que antes. Porque la imagen de ella entre lágrimas confesando que estaba enamorada de Hunter me había acechado en cada palabra del chico, y el recuerdo de cuando me dijo que era egoísta y una mala amiga todavía no me dejaba pensar con claridad.
Sam Cooper podía haberme tratado de la peor manera del mundo, pero yo igual sentía que la había traicionado.
Eso también es mi culpa, por no poder olvidar ni superar las cosas, y por sobre todo, por no ser una buena amiga para ella. Ella misma me lo había dicho.
Ja ¿Vieron como se repite, no?
Mi culpa, mi culpa, mi culpa.
Siempre todo es mi culpa, siempre culpen a Charlie Jackson.
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Historias De Un Personaje Secundario
Teen FictionCharlie Jackson se consideraba un personaje secundario. Siempre siendo la chica que estaba ahí para todos, se conformó con observar las historias desde afuera con el simple rol de acompañante. Porque eso hacen los personajes secundarios: Apoyan a lo...