Historias De Un Personaje Secundario

Capitulo 18: La Consejera Oficial conoce al Señor Buen Gusto

Yo sola me meto en estas cosas, ¿No? ¿Díganme si no, por qué razón se me ocurrió que ir a una fiesta para, básicamente, ser la tercera rueda, era una buena idea? 

Sam me había contado todo en la salida: Ashton fue y le pidió perdón, diciéndole que la quería y que iba a luchar por recuperarla, Sam le confesó que ella también sentía lo mismo, se besaron, bla bla bla.

No obstante, la trama se complica. Ya que yo no fui la única que vio el beso, sino que el Bad Boy también estuvo presente. Y a la hora de física, al parecer, discutieron, y Hunter le dijo (esperablemente) que debía elegir, que no podía estar con ambos al mismo tiempo. Sam no supo que decir en el momento, por lo que él le dijo que lo buscara en la fiesta de esta noche si su elección iba por ese lado.

Así que es obvio que mis dos amigos estarán metidos en eso esta noche, y que, por más que Sam insistió en que necesitaba que mi apoyo, mi único rol sería estar a un costado, observando el espectáculo y hablando con mi bebida.

Entonces, por un momento decidí que era mejor quedarme. Pero ahí fue mi padre, diciéndome cosas como  "Disfrútalo, dentro de poco iras a la universidad y ya no tendrás estas oportunidades"

Así que ahora aquí estábamos, parada frente a la casa de un tal Leo Perez, abrazando mi chaqueta para no morir de frío a las 8 de la noche. Suspire profundo y entre por la puerta y encontrándome con la música popular que rebotaba en las paredes y la mezcla entre el olor a alcohol y el calor humano que creaba un ambiente algo sofocante.

Busqué alrededor alguna cara conocida. Sam estaba en una esquina del lugar, mirando de un lado a otro con su nerviosismo común. Sonreí.

—¡Sam! —La llamé de lejos, algo alto para hacerme escuchar sobre el ruido. Se giró y prácticamente corrió hacia mí, constantemente acomodando su falda con sus manos.

—Oh Charlie, gracias a dios, ya no sabía qué hacer. Ashton no está. —Farfulló tan rápido que apenas pude entenderla. —Siento que me veo ridícula, esta falda... Esta no soy yo, no se por qué te hice caso cuando me dijiste que me vista así.

Sam tenía puesto una blusa color crema, emparejada con una falda negra, considerablemente más corta que los pantalones caquis que solía utilizar. Un outfit elegido por su servidora aquí presente, luego de tener media hora de conversación por teléfono, sobre como no le gustaba ninguna de las prendas que tenía en su armario, y para una noche tan importante, de verdad sentía que debía vestirse bien. El problema está en que es casi imposible que Sam se sienta conforme con cualquier cosa que se salga de su zona de confort.

—Te ves hermosa, Sam. Que nada te diga lo contrario. —Le aseguré. Porque podía ponerse una bolsa de papel, e igualmente se vería hermosa. Empecé a revolver en el pequeño bolso que había traído. —Pero igualmente, pensaba que esto podría pasar, y te traje unos shorts.

¿Una de las dos siempre tiene que estar preparada para todo, no?

—Eres un sol, Charlie. —El alivio en su rostro me hizo reír.

—¿Has bebido algo? ¿Hay algo que valga la pena?

—Es que estoy preocupada, Ashton no ha llegado y sé que Hunter va a estar aquí también— Se tapó la cara con las manos, suspirando —Agh, solo yo me meto en estas cosas.

—¿Ashton sabe lo que Hunter te dijo?

—¡Ni en sueños! —Exclamo sobre la música. —-Ni siquiera pensé en contárselo, ¿Cómo crees que reaccionaria al saber que todavía no decidí entre los dos, luego de haberle dicho que lo quería a él? Agh, solo yo me meto en estas cosas.