Capitulo 27: Ashton es un histerico solo porque perdi mis guantes

819 69 27
                                    


—¿Entonces no viene hoy? —Le pregunté a Ashton, sentándome en el pasto. Negó.

—Me dijo que no se estaba sintiendo bien —Explicó, mordiendo un pedazo de barrita de cereal.

—Qué raro...

Sam era una persona que nunca faltaba, ni en tormentas, protestas o enfermedades. Asistencia perfecta como por tres años seguidos. Una vez, hasta había dado un examen con casi 39 °C de fiebre, sin siquiera inmutarse.

Por lo tanto, haber llegado hoy y encontrarme con Ashton diciendo que Sam no había venido porque, a palabras de ella, ''se sentía mal'' me había extrañado bastante. Y nuevamente volvía a tener un mal presentimiento, como si hubiera un dato que me estuviera faltando para entender el porqué de su ausencia.

—Sí, ya sé, ella nunca falta. —Respondió con la boca llena —Es raro no tenerla aquí.

—¿Tanto la extrañas? —Reí, intentando molestar a mi amigo, que quedó como un tomate mientras rodaba los ojos.

Ashton siempre fue muy apegado a Sam, desde pequeños. Este verano, cuando ella se fue, la llamaba todos los días, como un desesperado. Su excusa era que quería historias divertidas francesas, pero ambos sabíamos que era porque estar sin ella se le hace casi imposible, la extrañaba montones.

—No es para tanto, solo me preocupa. —Se cruzó de brazos. —Por eso pensaba ir hoy a visitarla.

—Me parece una buena idea. A mí también me gustaría ir.

Ashton sonrió y lanzó un exagerado suspiro: —No tenía ganas de soportarte, pero bueno.

—Cállate que me amas. —Empujé su hombro levemente. —Y además, soy la única que puede llevarte.

—Sí, todavía no me devuelven el auto.

Ambos reímos al recordar el castigo que sus padres le habían dado por haber llegado tarde a su casa después de una cita con Sam.

Hablar con Ashton sin duda se podía considerar como una de mis cosas favoritas en el mundo. Fuera de las discusiones idiotas, siempre me divierto mucho con él, me hace reír con gran facilidad. Y aunque no era lo mismo sin Sam, no me molestaba pasar tardes junto a él. 

Pero todo lo bueno se fue cuando a Ashton le cambio completamente la cara, mirando detrás de donde estaba.

Su sonrisa desapareció, su ceño se frunció y rodó los ojos con una molestia hasta contagiosa.

¿Y quién es el único capaz de cambiarle así el humor a mi amigo? Creo que lo saben muy bien: Mi querido hablante de lectura: Hunter Brooks

—¿Qué mierda hace este aquí? —Bufó, me giré para encontrarme con los mismos ojos azules y chaqueta de cuero de siempre (en serio, ¿En algún momento la lava?).

—Déjalo. —Le susurré de vuelta. Justo hoy no me había despertado con ganas de tolerar sus peleas de gatos.

El bad boy cliché terminó frente a nosotros, mostrando su extenso repertorio de emociones de todos los días.

—¿Qué mierda quieres?—Ashton lo recibió casi escupiéndole, ignorando completamente mi consejo de dejarlo.

El aludido rodó los ojos, y en su movimiento, ellos terminaron fijándose en mí unos segundos. Agité levemente la mano para saludarlo, y aunque intentó ocultarlo, una pequeña sonrisa se coló en sus labios como respuesta.

—No me has respondido la pregunta. —Insistió Ashton. —¿No puedes ir a molestar a alguien más?

—Lamento interrumpir su bella tarde. —Murmuró, mirando a mi amigo con indiferencia. Se giró hacia mí. —Pero necesito hablar con Charlie.

Historias De Un Personaje SecundarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora