—¡Hunter! —Grité, tratando de llamarle la atención. Aunque ya habíamos recorrido la mitad del parque, y él todavía no volteaba. —¡Hunter!
Ni se inmutó.
—¡Hunter, espera! —Me sentía como si estuviera persiguiendo a un perro que corría detrás de una pelota. —¿Podrías dejar de comportarte como un niño dos segundos y parar, así hablamos como personas civilizadas, por favor?
Gracias a los dioses, por fin dejó de caminar. No obstante, no volteó, mucho menos se acercó. ¿En serio me iba a hacer caminar hasta ahí?
Y si, me hizo caminar hasta ahí, intentando no tropezarme con las botas de tacón (no tome una buena decisión al traerlas. Mala mía) y aferrándome a mi mochila para que no se caiga.
—¿No podías acercarte tú? —Pregunté, intentando recuperar el aliento. Cuando me estacioné frente a él, la molestia en su rostro me hizo rodar los ojos. —Agh no importa, déjalo así. Escucha, Hunter...
—¿Te digo que me molesta de tus amiguitos y tú?— Pregunto, pero no esperaba una respuesta —Me molesta que intenten meterse en mi vida, hablar como si me conocieran de toda la vida cuando, lamento decepcionarlos, pero no lo hacen.
—¿Qué te dijo Ashton? —Se me escapó la curiosidad. Sabía que mis preguntas le habían molestado, y claramente Sam también había intentado que se abriera un poco más (así siempre va la historia, ¿No?), pero no se me ocurría qué podría haber hecho Ashton. Quizá sus intensas opiniones eran el porqué de su pelea.
—¿Ves? Eso es lo que digo; lo que tu amigo me dijo, a ti no debería importarte, Lottie. —Respondió. —No lo entiendo, ¿Lo haces para sacarme información y luego contársela? ¿Por eso aceptaste esto? ¿De verdad crees que funciona?
—¿Qué? ¡No! —Exclamé. —Hunter, de verdad lo siento, acepto que no debí preguntar y que me puse a curiosear en cosas que no me incumbían. Pero necesito que sepas que nada de lo que he hecho ha sido buscando información, no soy una espía en cubierto, y definitivamente no fui mandada por nadie a hacer este trabajo contigo.
Quizá debía admitir que, en última instancia, sí buscaba un poco de chisme al preguntarle cosas... ¡No me culpen! Sam y Ashton pasan tanto tiempo juntos que a Sam ya no le da el tiempo para contarme nada, y Peter y Leyla solo se sabían los chismes que nos contaban las señoras que volvían del salón de belleza los martes. Estaba necesitada de algo jugoso para sorprenderme un rato.
Pero juro que cualquier cosa que me dijera, me lo pensaba guardar. No iba a traicionar su confianza de esa forma, ni tampoco podía intervenir tanto en la manera en la que las cosas se daban en la historia, al contarle a Sam lo que a él le pasaba. Eso lo tenía que hacer él.
—Si te debo ser sincera, yo solo buscaba ser de alguna ayuda
—Como siempre, ¿No? Ese es todo tu plano personaje. —Bufó. —Lamento decirte que ahora la amiga consejera no sirve para nada, así que buscate otro rol.
La actitud de Hunter ya me estaba pareciendo demasiado exagerada. No tenía que enojarse tanto porque traté de darle un consejo, acepto que él no me lo pidió, y que no debo actuar como si lo comprendiera cuando no lo hago. Pero tampoco era la gran cosa; él había hecho un comentario, yo había intentado que profundizara sobre él, y punto. No fue como si lo hubiera interrogado u obligado; me parecía estúpido que hiciera un drama por algo que se podía solucionar simplemente con un ''lo siento''.
—Ok, ya me parece que estás siendo demasiado dramático. —Vociferé, inevitablemente.
—¿Dramático?
—Sí, reaccionaste tan mal a algo simple, me resulta ridículo— Dije —Además, tú fuiste el que hizo un comentario, yo solo te segui la conversacion.
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Historias De Un Personaje Secundario
Teen FictionCharlie Jackson se consideraba un personaje secundario. Siempre siendo la chica que estaba ahí para todos, se conformó con observar las historias desde afuera con el simple rol de acompañante. Porque eso hacen los personajes secundarios: Apoyan a lo...