°•Amor de tres proxys•° Masky × Toby × Hoodie (Lemon Trio)

🔸35. Enfermos🔸

A la mañana siguiente, los tres habían despertado como de costumbre.

Pero está vez masky fue el último en levantarse, Toby y Hoodie ya estaban abajo. Masky se sentó en su cama sosteniendo su cabeza con una mano.

Un dolor inmenso invadía su cabeza, cerraba los ojos con fuerza, pero, necesitaba levantarse.

Se bajó de la litera con ese dolor constante, se puso su ropa y bajó con Toby y Hoodie.

Ellos estaban en la cocina haciendo el desayuno, masky caminó con paso lento hasta la cocina para tomar un vaso con agua para tomar sus pastillas.

– Hola masky – saludó el menor a masky abrazándolo por detrás.

– Hola... – respondió con voz ronca.

– ¿Que te sucede? – preguntó Hoodie al ver a masky.

Masky tenía un un poco rojas sus mejillas y se le veía agotado.

Toby tocó la mejilla del mayor y luego su frente.

– Masky, estás ardiendo – decía preocupado el menor.

– Estoy bien... – aseguraba el mayor mientras se volteaba a otro lado.

Hoodie tomó a masky e hizo lo mismo que Toby.

– Tienes fiebre idiota, te resfriaste cuando arreglamos el techo de Kate – Regañó Hoodie a masky.

– Que estoy bien, mîërdã – volvía a negar el mayor.

Luego masky estornuda, seguido suelta un quejido por el dolor de cabeza.

– ¿Ves que no estás bien? – mencionó Hoodie tomando el rostro de Masky con ambas manos.

– Ya déjenme en paz... Se me va a pasar pronto... – dijo masky y trató de irse de ahí.

Comenzó a caminar pero, un fuerte dolor lo atacó nuevamente, este se agachó sosteniendo su cabeza mientras se quejaba levemente.

– ¡M-masky! – decía el menor preocupado mientras se a recaba al mayor para ayudarlo.

– Tranquilo, él estará bien, sus dolores de cabeza no son como los de personas normales, son más agudos, pero ya está acostumbrado, te aseguro que solo son dolores agudos por unos momentos – decía Hoodie tranquilo mientras buscaba otras pastillas en una alacena – Solo está resfriado, los dolores de cabeza cuando las personas se enferman son esos dolores comunes, pero, con masky se agudizan –

Hoodie tomó a masky del brazo y lo jaló hacia él, mientras sostenía su rostro, tocando la frente de este.

– si, solo estás resfriado – mencionaba Hoodie.

– Ya déjame – decía masky mientras apartaba a Hoodie.

– No vas a ir a ningún lado, vas a quedarte aquí y descansarás hasta que te sientas mejor, te haré algo de comer y te irás a dormir – ordenaba Hoodie.

– Puedo cuidarme solo, y no tengo hambre – se quejaba el muchacho.

– V-vamos masky... No quiero que estés mal – pedía el menor abrazando a masky.

– Deja que te cuidemos un poco, es por tu bien – seguía Hoodie mirando a masky.

Este miró a ambos chicos, chasqueo la lengua y aceptó, no tuvo de otra.

– Bien... –

Finalmente, Toby llevó a masky al comedor a esperar a Hoodie que terminara su comida.

El menor puso una silla cerca de donde estaba sentado masky y lo abrazó cariñosamente.

– Apartate, te vas a enfermar... – dijo masky, seguido, estornudó y volvió a cerrar los ojos por el fuerte dolor de cabeza.

– No importa, quiero abrazarte para que te sientas mejor – mencionó el menor con una voz tranquila.

[...]

Ya unas horas más tarde, está vez Hoodie estaba acompañando a masky en la habitación, este esperó y esperó, hasta que masky se quedara dormido para irse con Toby a hacer lo de siempre, vigilar el bosque y pegar las hojas.

Si se iban con masky despierto, este iba a ponerse terco de nuevo y pretendería estar bien para irse.

Más tarde cuando volvieron, masky aún estaba dormido, a Toby le dio ternura ver a semejante bestia plácidamente dormido y tranquilo.
Cómo pudo, tomó una manta y lo cubrió hasta los hombros.

Cuando ya estaba a punto de dormir, masky se despertó, los dolores de cabeza disminuyeron, lo único que permanecía era el resfriado.

– Buenos días, dormilón – dijo Hoodie al ver a Masky despierto.

– ¿Qué hora es? – preguntó masky sentándose en la cama.

– las 9:20 – respondió Toby desde su cama.

– ¿Aún te duele algo? – preguntó Hoodie subiéndose a las escaleras de la litera para estar más cerca de masky.

– No... Ya no tanto – respondió algo adormilado.

– Ten, bebe algo de agua – ofreció Hoodie una botella con agua al muchacho, a lo que este tomó grandes tragos. – Bien, dormiré contigo ahora – decía mientras se subía a la cama ajena y se acomodaba.

Masky no dijo nada, y se acostó con Hoodie abrazándolo por el torso.

Toby dormía cómodamente abrazando una almohada grande y suave.

Los tres de quedaron profundamente dormidos.

No todo sería color de rosa para ellos, ya que Hoodie a la mañana siguiente, despertó enfermo igual que masky.

Ahora Hoodie y masky tenían fiebre.

Toby se hizo cargo y cuidó a los mayores, cautelosamente.
Los alimentó, y consintió para que se sintieran un poco mejor.

En un momento llegó a salir a la ciudad por algunos medicamentos especialmente para la fiebre (? ._.)

– Masky, tu fiebre ya está bajando – visaba el menor viendo un termómetro. – La fiebre de Hoodie no ha cambiado – decía mirando otro termómetro.

– Necesitaré más cuidados de ti~ – decía Hoodie dándole una sonrisa al menor.

El chico se acerca a Hoodie y le besa la frente, en respuesta el mayor le hace lo mismo.

– voy a cocinar el postre favorito de Masky – decía el menor saliendo de la habitación.

Seguido Masky se levanta y camina al mismo lugar que Toby.

– ¿A dónde vas? – preguntó Hoodie.

– Con Toby – mencionó y siguió caminando.

Al llegar con Toby, masky le ayudó al menor a cocinar, ya que, ya no se sentía tan mal como antes.
Así terminaron más rápido y volvieron con dos pequeños platos con cheescake a la habitación.

Hoodie y masky comieron tranquilamente.

El menor de hacía cargo de ambos mayores hasta que masky se mejoró, ahora, cuidaban a Hoodie para que se mejorara. Poco a poco su fiebre iba bajando hasta sentirse mejor.

★ Listo u-u, ya no puedo escribir más, es la 1:30 am, y me ando muriendo xd, seguiré escribiendo más capítulos pronto uwu,

Pd: ya se viene Lemon para su disfrute puerk@s  7u7★