𝐌𝐔𝐋𝐓𝐈𝐕𝐄𝐑𝐒𝐄 | TBY II

32 ━━ BECCA.

𝕺𝖒𝖓𝖎𝖘𝖈𝖎𝖊𝖓𝖙𝖊

—Se le solicita en la base más cercana que tenga, ahí se registrará y le darán su número de identificación y la base donde entrenará.—

Esas fueron las últimas palabras que aquel soldado mayor dijo para después desaparecer por la puerta principal.

Bucky miraba el papel donde la dirección de la base más cercana a su hogar estaba. No sabía que iba a hacer después de lo que hablo con ese soldado. Fue reclutado y ciertamente, no había nada que hacer. Tendría que encontrar la manera de decirle a su familia, en especial a ella.

Escuchaban las historias de las familias que perdían a sus seres queridos por las guerras, no quería eso. El solo era un joven de veintisiete años, solo quería tener una vida tranquila y trabajar en cualquier cosa, pero por lo que ve... no iba a ser posible.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de la puerta principal abriéndose.

—¡Bucky! ¿Estás ahí?— escuchó sus llamados. Guardo el papel en su bolsillo y salió.

Encontró a su hermana menor de tan solo diesiciete años de espaldas, sacando de las bolsas ciertas cosas que había comprado. Se acercó a ella sigilosamente y sus dedos tocaron su cintura fugazmente, causando que se sobresaltara.

—¡Rayos, James! No hagas eso...— jadeó mientras colocaba su mano sobre su pecho.

Bucky rió divertido.

—¿Que compraste?— preguntó curioso mientras miraba las bolsas.

—Ah, algunos suministros para alimentar tu estómago sin fondo, gordo.— Becca arrugó la nariz con una sonrisa.

—Hmm, graciosa.— James rodó los ojos con diversión.

—¿Saldrás hoy con Steve?— la castaña preguntó.

—No... saldrá de la ciudad unos días, estaré molestándote hasta mañana.— el ojiazul sonrió ampliamente.

—Genial...— Becca susurró irónicamente.

Ambos hermanos comenzaron a prepararse lo que cenarían esa noche entre risas y algunas anécdotas que el le contaba a su hermana menor.
Llegó un momento donde la mente del joven Bucky comenzó a divagar, pensando en cualquier posibilidad que podría suceder. Podría simplemente escapar del país, irse a otro lado para no pelear en una guerra que el no desea.
Pero no podía, aunque no quería pelear y morir en el intento, tendría que hacerlo para un mundo mejor para las personas inocentes que vivían allí, un mundo mejor para Becca...

—Becca...— llamó su atención un poco temeroso.

—¿Mhm?— la castaña contestó mientras guardaba las cosas en la alacena.

Bucky trago con dificultad.

—Que... ¿Que opinarías si yo decidiera... enlistarme para la guerra?—