74 ━━ SMILE.

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𝕺𝖒𝖓𝖎𝖘𝖈𝖎𝖊𝖓𝖙𝖊


Desde que supo la noticia, no había podido darse la oportunidad de descansar y debidamente y cuidar de su cuerpo que lloraba con tristeza. Había dormido bastante pero aún así, al despertar se sentía increíblemente cansado.

Por primera vez en mucho tiempo, comió completamente solo, acompañado de su gatito, Alpine. Al terminar, dejó el plato a un lado, ya que lo lavaría después. Salió de allí y se dejó caer en el sofá de la sala, sin saber que hacer realmente.

Miró la casa entera, sus oídos se sentían raros al escuchar tanto silencio. Sonrió levemente al escuchar su risa a lo lejos, la risa que el tanto amaba escuchar. Si a él le preguntarán cuál era su parte de favorita de ella, definitivamente diría su sonrisa.

El tenía entendido que Verse no había podido sonreír genuinamente en mucho tiempo, por todas cosas que sufrió durante su vida entera. Y el saber que el provocaba esa melodiosa risa y esa sonrisa que hacía que sus dientes blancos y perfectos y su hoyuelo salieran al aire, lo hacía el hombre más feliz del mundo.

Sus pensamientos fueron interrumpidos al sentir una sensación extraña en su pierna. Bajó la mirada, encontrando al minino de ojos azules restregándose contra la tela de su pantalón. Alpine sintió su mirada y maulló como si estuviera protestando.

Bucky envolvió su mano en su pecho para cargarlo sin esfuerzo alguno, ya que su mano era más grande que el propio gatito.

—¿Que pasa, gatito?— susurró con suavidad mientras lo sentaba a su lado.

Alpine comenzó a presionar su pata contra su pecho, como si quisiera empujarlo. Igualmente, soltaba pequeños maullidos sin dejar de pegarle con su pata.

—¿Tienes hambre, gatito? No puede ser, te serví tu comida hace un rato...— frunció el ceño mientras acariciaba su cabeza con sus dedos.

Alpine maulló en protesta y se bajó del sofá. Camino hacia la puerta principal y se elevó en dos patas, comenzando a arañar la puerta mientras maullaba y centraba sus ojos en el soldado.

Bucky suspiró con pesadez.

—No, gatito. Ella no volverá...—

Alpine pareció entenderle, ya que dejó de arañar la puerta. Solamente se sentó y la miró, ladeando su pequeña cabeza con una curiosa confusión.


—Míralo.— Verse sonrió sin dejar de ver al minino.

Alpine se encontraba recostado de espaldas sobre sus piernas mientras ella jugaba con sus patas, Verse las tocaba y Alpine las sacudía de manera adorable.

—Ya quisiera yo que me prestaras atención asi.— el soldado bromeó igualmente mirando al minino.

Ambos se encontraban sentados en la cama, con el detrás de ella abrazándola a él y recargando su barbilla en su hombro para ver al minino.

—Ay cállate, Barnes.— la rusa frunció el ceño, causando que el soltara una risita. —Bucky es el único hombre en mi corazón ¿Verdad, gatito?—

Alpine maulló como si le estuviera contestando.

Ambos rieron y el giró ligeramente su rostro para besar su mejilla sonoramente.

𝐌𝐔𝐋𝐓𝐈𝐕𝐄𝐑𝐒𝐄 | TBY IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora