𝐌𝐔𝐋𝐓𝐈𝐕𝐄𝐑𝐒𝐄 | TBY II

31 ━━ DELUSION.

𝕺𝖒𝖓𝖎𝖘𝖈𝖎𝖊𝖓𝖙𝖊

—Dios, estaba tan asustada...— Verse susurró mientras peinaba sus cortos cabellos.

Bucky sonrió dulcemente. Sentía sus dedos acariciar su mejilla con suavidad mientras analizaba su rostro, que tenía múltiples golpes.

—Vee...— Bucky susurró y ella lo miró con atención. —Perdóname...— su voz tembló ligeramente.

—P-Perdóname, y-yo... t-tenía miedo y...—

—Shhhh, tranquilo...— susurró suavemente mientras tomaba su rostro entre sus manos. —Eso no importa ahora, estás aquí que es lo importante.— sonrió dulcemente.

El soldado sonrió al mismo tiempo que una pequeña lágrima bajaba por su mejilla.

Siguió acariciando su mejilla y de vez en cuando su cabello. Ahora que el estaba consciente y estaba su lado, se sentía tranquila. Una preocupación menos.

—Oye...— el castaño llamó su atención. Verse recargó su barbilla sobre su mano, mirándolo para que prosiguiera a hablar.

—Bésame.— murmuró con simplicidad. Verse soltó una risita.

—Por favor, lo necesito...— Bucky sonrió con cansancio.

Verse asintió y se acercó a él para besar sus labios con cuidado. El soldado suspiró complacido al sentir sus labios contra los suyos. Lo besó lentamente sin querer lastimarlo. Se alejó de el y besó su mejilla con cariño.

Bucky sonrió aún más y la miró con un bonito brillo en sus ojos. Sus ojos analizaron el rostro de su chica que se encontraba cerca del suyo. Estaba cansada, podía deducirlo por las ojeras bajo sus ojos y su mirada sin ese brillo especial que la caracterizaba. Trato de ocultar su mirada apenada pero le fue algo difícil, Verse estaba así por el.

—Estas cansada...— afirmó más bien.

Ella negó mientras le sonreía dulcemente.

—Si lo estás, ve a descansar.— hablo con suavidad.

Ella elevó una ceja y negó.

—Pasé casi dos días buscándote, no sabía nada de ti y ¿Crees que me iré, dejándote aquí? Ni lo sueñes, JB.— se cruzó de brazos. Bucky soltó una pequeña risa.

Verse recordó lo que había encontrado sobre su cama un día anterior y se levantó para hincarse al lado de la camilla. Bucky la miró curioso, ya que ella quitó una cadena que descansaba en su cuello, se la extendió y se la colocó con cuidado.

Bucky miró hacia abajo, encontrando su placa. Sonrió y miró a Verse, quien tenía el otro pedazo de metal colgando en su cuello.

—Escuche tu mensaje.— la rusa recargó su codo en la camilla mientras recargaba su cabeza en su mano, para estar más cerca de él.

—Todo lo que dije era cierto.— Bucky sonrió ligeramente. —Hice mal en no decirte y en serio perdóname.—

—Y yo hice mal en gritarte.— ella sonrió sin gracia. —Es solo que... todo esto es una locura. Mentiría si te dijera que no tengo miedo. Estoy aterrada.— rió con cansancio.