60 ━━ ANIA.

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𝕺𝖒𝖓𝖎𝖘𝖈𝖎𝖊𝖓𝖙𝖊

1996

Mordió su uña con un nerviosismo gigante mientras se paseaba por toda la habitación. Ya que habían pasado cinco minutos, rápidamente tomó el pequeño aparato y lo miró. Dos lineas.

Estaba embarazada.

El aire se atoró en su garganta pero eso no impidió que una inmensa sonrisa se formara en su bonito rostro. Estaba embarazada, joder. Daría vida a un ser humano. Pero, esa felicidad no duro mucho al pensar cuál sería su reacción.

Las horas pasaron y ella no dejaba d e pensar en ello, tenía miedo de ser rechazada.

—¡Anie, ya llegué hermosa!—

Al escuchar su voz, rápidamente salió de la cocina, encontrándolo mientras quitaba su abrigo y lo dejaba a un lado.

—Tom...— suspiró aliviada y se acercó a el para abrazarlo con efusividad y dejando un beso casto en sus labios. —Tenemos que hablar.—

Tom se confundió ante el repentino cambio de humor y se preocupó al instante.

—¿Que pasa? ¿Está todo bien?— rápidamente preguntó con temor.

Ania solo sonrió con diversión y negó.

—Cierra los ojos y extiende tus manos.—

—Anie...—

—Solo hazlo.— Ania rió levemente.

Tom le dedicó una mirada no muy segura de si pero accedido, cerrando sus ojos y extendiendo sus manos tal como ella le indicó.

Ania suspiró una última vez antes de colocar la prueba de embarazo sobre la manos del castaño.

El castaño frunció el ceño al sentir ese artefacto, así que abrió los ojos y miró aquella cosa sobre sus manos. Toda su atención fue captada por ese par de rayas rojizas, que indicaban que la mujer de ojos mieles estaba esperando un hijo.

—¿Q-Que es esto...?— tartamudeó totalmente atónito.

—Estoy embarazada. Vas a ser papá, Tom...— Ania anunció con una reluciente sonrisa.

Tom soltó un brusco jadeó y poco a poco una amplia sonrisa apareció en su rostro. Dejó la prueba a un lado y tomó e rostro de la mujer, besando sus labios con una efusividad. Ania rio sobre sus labios mientras el solo podía desear estar cerca de ella en todo momento.

—Te amo, Anie. Te amo mucho.—

—Yo te amo más, Thomas.— la mujer de ojos mieles sonrió con lágrimas en sus ojos.

Anhelaba conocer a aquella personita que la uniría a él, por el resto de su vida.

¿Y para que quieres ir a ver a Thomas?— Stefan cuestionó con una ceja elevada.

𝐌𝐔𝐋𝐓𝐈𝐕𝐄𝐑𝐒𝐄 | TBY IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora