12 ━━ WORST.

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𝕺𝖒𝖓𝖎𝖘𝖈𝖎𝖊𝖓𝖙𝖊


La proviniente de Rusia se dirigía hacía ese lugar que hace mucho no visitaba. Lo único que se escuchaba en el ambiente eran los tacones de sus botines chocando contra el suelo, pequeños cantos de los pájaros y las hojas cayendo gracias al viento. Al divisar aquel pedazo de roca suspiró con tranquilidad y se acercó más a el

Se colocó frente a el, mirando los bonitos claveles que lo decoraban, sonrió ya que había especificado estrictamente que se cuidara aquella lápida.
Leyó aquel nombre que no pronunciaba desde hace años.

Ania Rickman
1969-2008

Se inclinó, sentándose en sus tobillos mientras recargaba sus muñecas en sus rodillas, causando que su largo abrigo se arrastrara junto con las hojas de los arboles que se encontraban a su alrededor.

Presionó sus labios en una línea al sentir esa sensación de su pecho. Años atrás, cuando había descubierto como su madre perdió la vida, esa sensación era casi insoportable, le dolía en el alma. Ahora, seguía doliendole, seguía extrañandola. Pero, el hecho de que ella ya no sufre más, que está en un lugar mejor, la tranquiliza.

—Lamento no haberte visitado antes, ma.— sonrió ligeramente. —He estado muy ocupada tratando de mantener este mundo en paz, créeme, no es fácil.— rió.

Por un momento imaginó aquellas personas que perdió hace exactamente un año. Únicamente pensó en su mejor amigo, el Capitán Steve Rogers. Le gusta la idea de que Ania y Rogers están ahí en todo momento, la hace sentir tranquila.

—¿Sabes? Hubiera querido que conocieras a Steve. Ese cabeza dura era genial.— rió levemente. —Igual a... Mi Bucky.— sonrió con tristeza.

Uno de sus mayores deseos era ver al amor de su vida junto con la mujer que la protegió hasta donde pudo.

—Pienso que te caería bien. Es algo serio y un poco amargado, pero cuando estamos solos, es el hombre más dulce que existe, sin exagerar.— sonrió ampliamente mientras sus dedos tocaban el dije del collar que el soldado le había regalado meses atrás, jamás se lo quitaba.


—Cierra los ojos.— el soldado sonrió mientras mordía su labio.

—¿Bucky...?— ella le dedicó una sonrisa confusa.

—Solo hazlo.—

Verse simplemente suspiró y cerró los ojos. Bucky sonrió aún más y se acercó a ella. Verse sintió su respiración cerca de ella y abrió los ojos, encontrándose con los ojos azulados del soldado, que mostraban el puro amor que sentía por ella. Sonrió confundida de nuevo.

Bucky, con la mirada señaló hacia abajo. Verse igualmente miró hacia abajo, encontrando entre sus dedos un bonito collar, con un dije diminuto en forma de una estrella con varios picos y pequeños diamantes. Era precioso.

Verse elevó rápidamente la mirada y sonrió entusiasmada.

—¿Te lo pongo?— Bucky elevó las cejas con gracia.

La rusa asintió frenéticamente. Se giró y recogió su cabello en un moño desarreglado. Bucky suspiró con alegría y rodeo el bonito collar sobre su pecho, para después comenzar a abrocharlo por su nuca. Terminó de hacerlo y acercó sus labios a su nuca, comenzando a dejar dulces besos sobre su piel expuesta.

𝐌𝐔𝐋𝐓𝐈𝐕𝐄𝐑𝐒𝐄 | TBY IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora