𝐌𝐔𝐋𝐓𝐈𝐕𝐄𝐑𝐒𝐄 | TBY II

39 ━━ ECHO.

𝕺𝖒𝖓𝖎𝖘𝖈𝖎𝖊𝖓𝖙𝖊

"asesina"

"terrorista"

"psicópata"

Eran algunos de los términos que usaban para describir a la rusa, Verse Rickman. Ciertamente, no era que no los haya escuchado antes. Solía escucharlos cuando recién se había convertido en la integrante más joven de los Vengadores. Después de que se descubrió que su propio padre había sido el causante de varios ataques en la ciudad de Nueva York, y varias muertes inocentes, el mundo la miró de diferente manera.

Suponían que ella era igual. Que compartía la misma mirada fría y sin escrúpulos con su padre, Thomas Rickman. Cuando una etiqueta se interpone entre lo que una persona que cree que es y lo que verdaderamente es, no hay nada que hacer.
Uno comienza a creerse esos comentarios, tal como sucedió con ella. Desde muy joven, fue blanco de burlas, insultos, etc.

La juzgaban por ser callada, la juzgaban por ser alguien no tan fácil de descifrar. A la gente le frustraba que ella no fuera transparente como un cristal, he del porque de sus burlas e insultos hirientes. Todo aquello aumentó cuando se supo su triste y oscuro pasado. Madre brutalmente asesinada por uno de los integrantes de la mafia rusa más importantes. Sin familia, ni amigos, solo ella. Solo ella y la sangre que corría por sus venas, que la unían a una cadena de personas sin escrúpulos, básicamente psicópatas. Sangre que ella no pidió tener.

El único que creyó en ella al momento de convertirse en una Vengadora, Steven Rogers. Mientras el equipo tenía sus dudas sobre ella, Steve podía ver algo en ella que los otros no. Podía ver perfectamente a esa niña asustada y temerosa de sus propios actos a través de sus ojos alterados.

Unos pasos fuera de su habitación despertaron al Capitán. Era de sueño ligero y no podía volver a dormir una vez que se despertaba. Bajo las escaleras sigilosamente, y notó las luces prendidas en la cocina que el equipo compartía. Entro con cuidado de no hacer mucho ruido, encontrando a la ojiazul tomando un gran trago del fino y costoso vino del señor Stark.

—Hmm, que no te vea Tony.— el rubio elevó las cejas con gracia.

A Verse no le importo mucho y termino su trago, haciendo una pequeña mueca al separar la botella de sus labios.

—¿Mala noche?— cuestionó mientras se sentaba frente a ella.

—Pésima.— la castaña murmuró con desagrado.

—¿Alguna razón?— el rubio la miró con una pequeña sonrisa.

—Insomnio, Rogers.— replicó sin emoción alguna.

—Hmmm, no te creo nada.— Rogers entrecerró los ojos.

—No me importa.— Verse sonrió sin gracia. Camino lejos de él dispuesta a salir de la habitación y evitar una plática con el Capitan pero el la detuvo.

—Tienes que dejar de hace eso.—

Verse se detuvo y se giró lentamente, mirándolo con una ceja elevada.

—¿Que? ¿Robarle vino a Stark? El pedazo de chatarra tiene suficiente dinero como para comprar más.— sonrió de costado.