𝐌𝐔𝐋𝐓𝐈𝐕𝐄𝐑𝐒𝐄 | TBY II

63 ━━ AVENGERS.

𝕺𝖒𝖓𝖎𝖘𝖈𝖎𝖊𝖓𝖙𝖊

James tomó su mentón para elevar su rostro e inclinarlo hacia un lado, para ver donde el Capitan Hydra había colocado el paralizador. Hizo una mueca al notar pequeños hilos rojizos en su piel que parecían venas, no eran muy notorios pero sabía que si se había quedado por más tiempo con aquel paralizador, habría muerto.

—Lo voy a matar, carajo.— gruñó para si mismo mientras suspiraba con pesadez.

—No lo hagas.— Venus pidió, a lo que él se confundió. —Lo necesitamos vivo, créeme.— asintió.

James la miró por unos segundos y suspiró con cansancio. Al ver como el hielo en su mano se derretía poco a poco, lo tomó y lo dejó a un lado para tomar otra bolsa de hielo y colocarla en su mejilla lastimada. Pero ella no dejaba de ver sus acciones, de verlo a él. Habían pasado dos décadas, pero donde ella había estado habían pasado casi dos siglos, dos siglos sin verlo fueron como estar en el peor de los infiernos.

—No puedo creer que estes aquí.— la ojiazul murmuró con simpleza, llamando su atención.

James dejó lo que hacía y centró toda su atención en ella. También para el no tenerla durante veinte años fue un martirio. Extrañaba ver aquella franja rojiza en su ojo, para algunos era algo aterrador y para el, era una belleza.

Tomó su rostro entre sus manos y sus pulgares acariciaron sus mejillas, mirándola fijamente.

—No puedo creer que aún me sigas recordando. El dijo que borró tu memoria y que no quedó rastro de mi.— susurró con sus ojos fijos en los suyos.

—Ya te lo había dicho, preciosa. No hay nada en este mundo que logre sacarte de mi mente y corazón. Nada.— afirmó con suavidad. Sus dedos tomaron uno de los mechones rojizos de su cabello y lo es confío detrás de su oreja. —Mírate.— murmuró a la vez que una sonrisa aparecía en su rostro. —Sigues igual de hermosa como el día en el que nos separamos.—

Venus no aguantó más y estampó sus labios contra los suyos, besándolo con necesidad, besándolo como deseó hacerlo desde hace dos décadas. James contestó complacido, suspirando al sentirla cerca suyo.

—Me tengo que ocupar de ese bastardo.— James susurró al separar sus labios de los suyos. —No se saldrá con la suya.—

—Tengo un plan.— la bruja murmuró, sus ojos brillaron de una manera inexplicable.

James sonrió, extrañaba esa sonrisa macabra.

(...)

La pareja entró a la habitación y de inmediato vieron cómo el Capitan tenía la cabeza recargada hacia atrás en el sofá rojizo donde se encontraba. Descansaba los músculos de su cuello ya que este dolía como el infierno. La mano biónica de Barnes le había dejado una fea marca.

—Vaya, la pareja del año está aquí.— comentó con ironía sin abrir los ojos.

—Gusto en verte, rubio.— el Capitan Barnes lo miró con una falsa sonrisa.

—Solo alguien como tú estrangula a alguien para luego saludarlo cordialmente. Típico de ti, son tal para cual.— Steve enderezó su rostro y miró a ambos con repudio.