35 ━━ PROMESS.

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𝕺𝖒𝖓𝖎𝖘𝖈𝖎𝖊𝖓𝖙𝖊

Verse sintió como la Mano fría del soldado acariciaba sus cabellos castaños y poco a poco abrió los ojos. Aún estaba recostada en su pecho y a pesar de haber dormido en el sofá, ambos habían dormido bastante bien después de mucho.

Se levantó con cuidado de no lastimarlo mientras recargaba su peso sobre su brazo. Centro sus ojos en el, y Bucky al momento de sentir su mirada en el, igualmente la miró y le sonrió dulcemente.

Verse sonrió ampliamente al ver como esa sonrisa sincera y bastante bonita para sus ojos había regresado. Sin poder resistirse, besó su mejilla sonoramente.

—Hola...— Bucky saludó con voz adormilada.

—доброе утро солдат.— (buenos días, soldado)

A pesar de que Verse era rusa pero no hablaba con frecuencia su idioma natal, cuando lo hacía, volvía loco al soldado.

—¿Ya no te duele como ayer?— señaló la herida en su estómago.

Bucky negó simplemente.

—Bueno, quédate aquí. Iré a prepárate algo de desayunar...— Verse asintió decididamente mientras se levantaba.

—Pero...—

—Shhh, ahora vuelvo.— no lo dejó terminar para después desaparecer por la puerta de la cocina.

El soldado respiró resignado. Normalmente era el quien la consentía aunque... no le molestaba del todo ser consentido por ella.

Se enderezó con cuidado de no lastimarse a si mismo. Pasaron los minutos y los recuerdos de la noche pasada llegaron a su mente. Ciertamente, hablar con ella, fue un verdadero alivio. Si lo pensaba ahora, podría haber perdido la cordura si hubiera seguido guardándose todo ese dolor que su pecho tenía. Aunque, sirvió hablar de ello, no impedía que su corazón ardiera fuertemente al recordar a su hermana menor.

Recordaba perfectamente su voz. Jamás podría olvidar la risa contagiosa que ella poseía. O los fuertes llamados que le hacía por la mañana ya que Barnes no era fanático de levantarse temprano, y Becca lo sabía.

Solía molestarle con que estaba loca o que ningún chico la soportaría, pero cuando algún chico la hacía sentir mal y ese chico no era el, las cosas se ponían feas. Bucky no solo defendía a Steve, sino a ella.
Recordó aquella vez que un chico la llamó histérica en frente de todos, la humilló básicamente.
Bucky no tuvo más remedio que darle un buen puñetazo en la mejilla, dejándole en claro una cosa... Nadie, absolutamente nadie podía insultar a Becca mientras haya vida en su pecho.

Sonrió al recordar como después de todo lo sucedido, Becca no pudo evitar reír entre lágrimas al ver a aquel chico tendido en el piso, con algo de sangre en su boca gracias al puñetazo que su hermano mayor le había propinado.

Como la extrañaba.

Sus recuerdos fueron interrumpidos por ella, quien le acercó una bandeja con el desayuno que ella misma le había preparado. Sonrió dulcemente al ver los platos sobre esta y elevó la mirada, para verla.

—¿Para mi?— sonrió con picardía.

—Todo para ti.— la castaña comentó sonriente.

𝐌𝐔𝐋𝐓𝐈𝐕𝐄𝐑𝐒𝐄 | TBY IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora