77 ━━ SAFE.

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𝕺𝖒𝖓𝖎𝖘𝖈𝖎𝖊𝖓𝖙𝖊



—¿Dormiste bien, preciosa?—

Verse no respondió, tan solo jadeó con brusquedad mientras presionaba su espalda contra la fría pared. Miró la habitación entera sin entender lo que acaba de pasar, primero, se encontraba bajo las estrellas, hablando con una de las personas más importantes en su corazón, y ahora estaba tirada en una celda, amordazada y sin ninguna salida.

Hydra soltó una risita al verla de esa manera.

—Parece ser que cuando no está tu James, no eres tan ruda como aparentas ¿Eh?— sonrió con burla.

Verse no volvió a responder, tan solo se encogió en su lugar sintiendo como Hydra casi la devoraba con la mirada. Sentía sus músculos doler y su mejilla ardía levemente, no sabía porque y no entendía todo ese dolor.

—Tengo unas cuantas horas para hacer contigo lo que me plazca, así que...— el rubio presionó un botón detrás de la celda y esta se abrió en un fuerte sonido.

Dejó la reja abierta y caminó con lentitud hacia ella.
Verse comenzó a presionar aún más su espalda contra la pared, encogiendo sus rodillas para tratar de protegerse a sí misma.

—N-No, por favor... no...— comenzó a suplicar pero fue interrumpida.

—Shhhh, tranquila muñeca...— Hydra sonrió de costado y se agachó a su altura. Elevó su mano y sonrió con diversión al ver como ella cerraba sus ojos con fuerza, creyendo que la golpearía o algo por el estilo.

Su dedo pulgar acarició su mejilla con suavidad y sus dedos tomaron un mechón de sus cabellos castaños, escondiéndolo detrás de su oreja.

—¿Por que lloras, hermosa? Prometo que nos la pasaremos muy bien.— Hydra fingió preocupación.

Su mano que acunaba su mejilla, viajó a su nuca. Así pudo acercar su rostro al suyo, sus labios viajaron a su frente donde los dejó allí, dándole un beso prolongado.

—No te haré daño...— susurró con su voz ronca y suave. Dejó un beso allí y bajo para dejar otro en su mejilla.

Sus ojos rojizos se centraron en ella nuevamente. Verse podía sentir la respiración tranquila del Capitán frente a ella, definitivamente estaba aterrada.

—Vamos...— tomó las cadenas que juntaban sus muñecas y las jalo hacia el para levantarla al igual que el.

—No, no...— la rusa comenzó a suplicar con lágrimas en sus ojos. —P-Por favor...—

Hydra comenzaba a cansarse al escuchar sus súplicas.

—Por favor...— fue interrumpida por un jadeó que se escapó de sus labios al sentir como el jalaba las cadenas hacia el, causando que el metal alrededor de sus muñecas se encajara en su piel.

—Te dije que guardaras silencio, joder.— gruñó al estar bastante cerca de ella. —No querrás que te lastime como solo yo se hacerlo ¿Verdad?—

La rusa no pudo responder, estaba muy asustada y no lograba pronunciar ninguna palabra. Tan solo bajó la mirada para evitar los ojos color sangre del rubio frente a ella. Steve volvió a sonreír.

𝐌𝐔𝐋𝐓𝐈𝐕𝐄𝐑𝐒𝐄 | TBY IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora