85 ━━ FIANCÉ.

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𝕺𝖒𝖓𝖎𝖘𝖈𝖎𝖊𝖓𝖙𝖊


Verse termino de servir el último sorbo de la botella de su vino favorito. Acercó la copa sus labios y tomó un sorbo, relamió sus labios sintiendo el sabor del líquido y por enésima vez en el día, su mirada se postró en el bonito y llamativo anillo en su dedo anular. Sonrió mientras mordía su labio.

Bucky entró a la cocina y se detuvo en la puerta de esta. Tampoco pudo evitar sonreír al ver como nuevamente ella admiraba su anillo mientras su otra mano tomaba la copa. Se acercó sigilosamente a ella y envolvió sus brazos en su cintura, recargando su barbilla en su hombro.

—No puedo dejar de verlo.— la rusa rió mientras acariciaba la mano biónica del soldado que descansaba sobre su estómago.

—Cuando lo vi, supe que era el indicado. Ni tan extravagante, ni tan simple.— comentó y giró su rostro levemente para besar su mejilla sonoramente.

—Es perfecto.— la ojiazul suspiró complacida y giró su rostro, tomando la mandíbula del soldado para acercarlo a ella y besar su mejilla dulcemente.

—¿Segura que no quieres acompañarme con los demás para darles la noticia? Estoy seguro Stefan está ansioso por saber si dijiste si o no.— Barnes bromeó arrastrando las palabras.

—Ese idiota...— la rusa rodó los ojos con diversión. —No, guapo. Tengo que ir al lugar sobre del que te hable.—

—¿Y no quieres que te acompañe?—

La rusa dejó la copa a un lado y se giró para encarar al soldado.

—Sabes que me encantaría salir y presumirle al mundo entero que el hombre más guapo del mundo será mi esposo, pero... quiero hacer esto sola. Ya después te platicaré como me fue.— respondió mientras envolvía sus brazos en su cuello.

—Hmm... está bien. Pero si necesitas algo, no dudes en llamarme.— el soldado sonrió dulcemente.

—No se preocupe, soldat.— Rickman arrugó la nariz con una sonrisa, Bucky amaba cuando hacía ese simple gesto. —Bueno, me tengo que ir, ya me platicas la reacción de los demás cuando les digas que te di el si.— le guiño un ojo y besó sus labios castamente.

Ambos salieron de la cocina y ella tomó sus cosas para salir a aquel lugar que del que le había hablado a su prometido.

—Suerte, fiancée.— el soldado arrastró las palabras mientras la miraba con una sonrisa seductora.

—Ahhh, me gusta como suena eso.— la rusa relamió sus labios y tomó su nuca para atraerlo a ella y besar una última vez sus labios antes de irse. —Te veo luego, fiancé.—

Bucky relamió sus labios al escuchar aquella elegante palabra salir de sus labios y se despidió de ella.

(...)

Al ver el edificio un tanto antiguo comparado con los demás a su alrededor, Verse estacionó el auto su auto. Estaba por salir de este y caminar hacia el lugar pero en cambio, se quedó inmóvil. Aquel era un lugar que se había dedicado a investigar después de todo lo qué pasó con la bruja y el Capitan Barnes. Ese lugar, era un asilo exclusivo para veteranas que pertenecieron al grupo de viudas negras de generaciones pasadas. Había una muy grande posibilidad de que alguna de ellas supiera algo de la difunta y ex-viuda negra Ania Rickman.
Aunque había logrado conversar con ella unos momentos, no sabía si estaba preparada para saber algo más sobre ella. Aunque estaba segura de que no sería nada malo, Ania siempre fue una persona recta y pura, a pesar de que fue obligada a asesinar, siendo controlada mentalmente.

𝐌𝐔𝐋𝐓𝐈𝐕𝐄𝐑𝐒𝐄 | TBY IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora