𝐌𝐔𝐋𝐓𝐈𝐕𝐄𝐑𝐒𝐄 | TBY II

75 ━━ TRIGGER.

𝕺𝖒𝖓𝖎𝖘𝖈𝖎𝖊𝖓𝖙𝖊

La familia más cercana, o por lo menos, parte de ella habían decidido reunirse para despedir a la rusa. Habían decidido no llamarlo un "funeral", ya que el mencionar aquella palabra, causaban que el soldado se exaltara. Se negaba a aceptar que ella se había ido para nunca volver, y escuchar esa palabra que solo traía tristeza y soledad consigo, le hacía sentir un hueco en su estómago. Tan solo lo describían como una despedida, recordando lo leal que Verse Rickman siempre fue.

—Verse siempre se caracterizó por ser bastante terca en cualquier aspecto. Siempre hizo lo que quiso cuando quiso.— Fury sonrió de costado. —He de admitir que todas esas veces que no me hizo caso, llegue a molestarme mucho con ella, enfurecerme más bien. Pero, curiosamente, las cosas siempre mejoraban cuando ella tomaba las decisiones. Ella sabía resolver sus propios problemas a su manera, y aunque aveces esas maneras no eran las mejores, siempre lograba conseguir su objetivo.— Nick sonrió con tristeza, centrando su atención en El Capitan Wilson, para cederle la palabra.

Sam suspiró y miró unos segundos a Bucky, quien miraba sus zapatos con atención, en un rincón de toda la habitación.

—Conocí a Verse hace ya ocho años. Al principio, no logramos congeniar como "los mejores amigos" pero, supimos llevarnos bien dentro de lo cabe.— el moreno sonrió con diversión. —Se la pasaba molestándome y amenazándome con que le diría a Steve que un hombre con el tamaño de una hormiga me había vencido.— soltó una risita. —A pesar de que siempre nos andábamos jodiendo uno al otro, ella nunca me dejó solo. Me apoyo cuando tome el cargo del Capitán America, estuvo ahí conmigo, ayudándome en todas esas misiones, cuidándome el pellejo. Y eso... eso nunca lo voy a olvidar.— afirmó con tristeza mientras soltaba un profundo suspiro.

Centró sus ojos nuevamente en el soldado y notó que entre sus dedos, se encontraba una pequeña cajita. Supo inmediatamente que guardaba aquella caja entre sus manos.

—¿Quieres decir algo, Buck?— preguntó con cuidado. Realmente no espero ninguna respuesta, Bucky no había dicho ni una sola palabra en todo este tiempo.

Pero se sorprendió al ver como el asentía levemente. Camino para acercarse a todos aún con la cajita entre sus dedos.

—Primero quería agradecerles a todos por decir todas esas palabras sobre ella. Se que no soy nadie para agradecerles ya que las palabras son para ella, pero quería hacerlo porque solamente me hicieron recordar lo que me hizo enamorarme de ella.— murmuró sin dejar de ver la caja. Todos la miraban confundidos pero nadie quiso interrumpir. —Steve me la presentó cuando apenas había empezado una vida nueva en Bucarest, estaba confundido , asustado. No sabía cómo era vivir en libertad después de tanto tiempo en Hydra. En ese entonces me dio mucha vergüenza decirle a alguien que ella había llamado mi atención, porque fue así. Algo había en ella que hizo que me sintiera seguro, aún cuando ni siquiera habíamos entablado una conversación. Recuerdo perfectamente que ella... me preguntó de repente "No hablas mucho, ¿Cierto?".— Barnes sonrió. —Así, nada más. Como si mi pasado no le haya importado, como si ella no me juzgara por nada a pesar de no conocerme. Y supongo que eso hizo que cayera poco a poco a sus pies, ella sabía sobre todo lo que había hecho en Hydra pero nunca, nunca me juzgó. Nunca me miró mal ni me trató de tal manera, que ella me haya tratado como una persona normal me hizo sentir seguro, en confianza. Pasamos por tantas cosas juntos que me cuesta contarlas con mis dedos, ella sabía que estar conmigo implicaba muchas cosas. Yo aún no estaba bien del todo, mis pesadillas seguían, mis miedos e inseguridades, pero cuando la conocí más y más, supe que ella no era tan diferente. Supe que ella también sufría en silencio y de alguna u otra manera eso me hizo sentir más cerca suyo. La manera en la que me miraba me hacía sentir como un puto adolescente con las hormonas alborotadas, aún lo hace. Cuando tomaba mi mano repentinamente sin importarle si esta era de metal o de carne, mi corazón se aceleraba más y más. Supe que el sentimiento por ella no era algo pasajero. Después de que pasamos tantas cosas, después de que estuve a punto de perderla tiempo atrás, supe que quería pasar el resto de mis días con ella.—