El regreso de las aves

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En el salón de té del palacio, la Reina Penélope de Isveria  observaba los retratos familiares, su familia había subido al trono después de la muerte del por siempre recordado, el infame Rey Isver Greengrass, y ahora ella era Reina del país que llevaba su nombre, suspiró al recordar que no sólo tendría que lidiar con la carga de ser Reina a sus 19 años si no que cargaba con la historia de un país construido por la ira y audacia de un sólo hombre, Penélope no lo aparentaba, pero vivía bajo el temor de no ser suficiente para el papel.

Uno de los sirvientes la sacaron de sus pensamientos.

- Su Majestad, Lord Lindfield y Lord Crawford están aquí- Penélope se arregló rápidamente su cabello rojizo y borró toda expresión de preocupación de su rostro pecoso cambiándolo por una amplia sonrisa.

-Déjalos pasar, por favor- ordenó con su melodiosa voz, de inmediato dos jóvenes entraron, ambos eran sólo dos años mayor que la Reina y lucían opuestos uno del otro, Paul Lindfield era el único hijo de un recién aristócrata, era un joven alto de nariz aguileña, cabello plateado bien peinado en una coleta, alargados ojos grises y una hermosa y amable sonrisa, Paul conocía bien lo que era tener una vida difícil y lograr todo con esfuerzo, había visto a su padre ganarse el título de Lord después de años de arduo trabajo y lealtad, ahora era su responsabilidad enaltecer su título.

Por otra parte, después de Paul, entró un joven con gesto fastidiado, más bajo de estatura que Paul, su postura  era rígida, incluso podría decirse que estaba listo para atacar, no era tan delgado como Paul, era más bien corpulento, con tendencia a desarrollar cuerpo de guerrero, pero Newt Crawford el segundo hijo del Marqués Lyn Crawford y su esposa Antoinette, era más un ermitaño que un guerrero, muchos años atrás se había resignado a que nunca sería el centro  de atención, nunca sería como su hermano Niel, quien había heredado la fuerza de su padre y la belleza de su madre, Newt era visiblemente atractivo pero la comparación con Niel había nublado su propia percepción de sí mismo.

Convencido de no ser nada en comparación con Niel, Newt se refugió en libros, su piel bronceada comenzaba a palidecer por la falta de salidas, su cabello negro ondulado caía revuelto en un intento de peinado hasta medio cuello y sus ojos azules parecían cansados, fatigados, Newt no  parecía interesado en nada social, su rostro expresaba fastidio lo que evitaba que en eventos sociales estuviera acompañado, las únicas personas de las que disfrutaba la cercanía eran Paul, su mejor amigo, y Penélope quien lo había obligado en su momento a ser su amigo, con el tiempo Newt comenzó a disfrutar genuinamente de las charlas con la ahora Reina Penélope.

- Penny…- saludó Paul antes de detenerse en seco y sonreír con picardía. -…O mejor dicho, gracias por recibirnos Su Majestad Serenísima- dijo Paul haciendo una reverencia ante la mirada divertida de Penélope y un resoplido similar a una risa de Newt.

- Penélope- saludó Newt con una breve inclinación como a cualquier dama, desde su coronación Penélope dejó claro que no quería que ellos dos se inclinaran ante ella, los chicos obedecieron y sólo lo usaban como broma.

- Supongo que saben por qué los llamé ¿cierto?- dijo Penny tumbándose en el sillón, Newt y Paul también se sentaron cómodamente.

- En realidad no- confesó Newt, Paul y Penny se sonrieron mutuamente en complicidad.

- Newt, hoy es el día- indicó Penny, Newt los miró confundido.

-¿Para qué?-

- ¡¿Cómo que para qué?!- preguntó Paul divertido. – Hoy es el baile de Año Nuevo-

- Y hoy bailarás con ella- dijo Penélope en tono de orden, el rostro de Newt se enrojeció avergonzado.

-¿Por qué hoy?, ¿No puede ser otro día?- preguntó Newt.

- ¡NO!- Exclamaron Paul y Penny al mismo tiempo.

- Tiene que ser hoy Newt, es un nuevo año y tu meta principal debe ser conquistar a Lizabeth Windside- comentó Penny.

- Pero no necesariamente debe ser hoy, no hay que  forzar las cosas- dijo Newt.

- Has dicho lo mismo desde hace años, viejo, debes hacerlo ya.- complementó Paul.

- Pero es Lizabeth- se  quejó Newt conflictuado.

- Porque es Lizabeth debes hacerlo ya- puntualizó Penny.

- Lizabeth Windside es la soltera  más codiciada de Isveria, si no lo haces ya, cualquiera más rápido se casará con ella- recordó Paul.

- Que, bueno, escuché que hoy llegará la competencia de Lizabeth- comenzó Penny en tono de cotilleo, Paul  la miró curioso, y Newt sintió la tranquilidad de que algo más estaba ganando la atención de sus amigos.

- ¿Quién puede ser más bella y talentosa que la Señorita Windside?- dijo con sarcasmo Paul, Penny arqueó las cejas.

- Pues ni más ni menos que la Leona de Cardos- soltó Penny como si sus palabras fueran lo más exquisito, Paul no pudo esconder su sorpresa, y Newt los miró con tímida curiosidad.

- ¿Quién?- la curiosidad de Newt ganó la pregunta, Penny y Paul estaban  extasiados con la curiosidad de su amigo.

- La Leona de Cardos, Primrose Birdwhistle- presentó Penny,

- ¿Birdwhistle?, ¿de los Condes Birdwhistle?- preguntó Newt, conocía el nombre Birdwhistle pero no recordaba que tuvieran hijas.

- Sí, desde muy chicas los Condes enviaron a su hija Dhalia a Cardos para tratar de curar su cuerpo débil y para cuidarla enviaron también a su hija menor Primrose, viven en Cardos desde los 10 años.- contó Paul con naturalidad.

- Dicen que ambas niñas crecieron sumamente hermosas, pero que Primrose no sólo es la más bella sino que además es fuerte, salvaje y audaz como un depredador, por eso le apodan “La Leona”, también que Dhalia sigue enferma pero lo suficientemente estable como para volver a casa- complementó Penny,

- Digna competencia para la inmaculada Lizabeth Windside- dijo Paul divertido.

- ¿Y de qué le sirve ser tan hermosa si como su apodo lo dice, tiene un carácter de los mil demonios?, una mujer perfecta no sólo es hermosa, es serena, elegante y digna como…- comentó Newt convencido.

- Como Lizabeth- interrumpió Paul fastidiado.

- Tanta devoción que tienes por Windside y no puedes invitarla a un baile- se burló Penny.

- Viejo, eres patético- continuó con malicia Paul, Newt estaba rojo de la vergüenza.

- Apuesto 50 monedas de plata a que Birdwhistle será la chica de moda este año- dijo Penny.

- Apuesto en nombre de Newt que el poder sagrado de Windside opacará a la Leona- Paul y Penny rieron con ganas, sabían que independientemente de la apuesta, la verdadera ganancia era ver como la sociedad enfrentaría tarde o temprano a las dos mujeres y ellos estarían ahí para disfrutar el espectáculo.

Por el beso de una damaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora