EL HELADO (Pietro Maximoff)

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-¿Crees que soy imbécil, Pietro? ¡Te escuché cuando le dijiste que la amabas!

-T/N, te juro que no creí que...

-¡Eres un idiota! -le soltaste una bofetada tan fuerte que le rompiste el labio -¡no quiero volver a verte nunca más!

El sokoviano se quedó de una pieza, preso más de la sorpresa que de la decepción cuando te marchaste de su lado.
Haberlo pillado enamorando a tu mejor amiga, con la que pasaste tu infancia y y adolescencia como auténticas hermanas, había sido el colmo de la infamia.

Pero lo que no sabías es que todo había sido parte de una cruel broma de parte de tu "amiga", pues a su parecer, ella es la que debería de haber sido novia de Pietro... siempre había estado celosa de ti y su relación con él y la única manera que encontró de hacerte daño fue que te dieras cuenta de que a base de engaños, ella le coqueteaba al joven para que cayera en sus redes y luego él devolviera el favor al enamorarla.
Lo que ambos desconocían es que siempre fuiste una chica de armas tomar y esto no se iba a quedar así; ya le habías puesto un límite al sokoviano y ahora tocaba el turno de Lucy que sintiera tu enojo... esto se iba a poner bueno.

Llegaste a casa de la chica, tocaste a su puerta; quien abrió fue su madre Hilda, que te saludó con la dulzura y confianza de siempre:

-Hola T/N, Lucy está en su habitación, pasa

-Gracias señora

A paso firme subiste las escaleras de su casa y en cada escalón que plantabas el pie jurabas que te pagaría cada tontería que había cometido en tu contra en toda su vida.
Al llegar al segundo piso, te colocaste frente a su puerte y tocaste dulcemente.

-¡Pasa! -se oyó decir desde la habitación

Entraste y la encontraste acostaba boca arriba, sosteniendo la revista que le habías regalado días antes, con sus piernas cruzadas y cómoda en su totalidad. Al verte, te saludó sin sospechar nada.

-Hola amiga, ¿qué te trae por aquí?

-Solo quería saber cómo estabas... -te acostaste a su lado -veo que estás muy a gusto

-Sí, los sábados por la tarde me dan mucha flojera, ya lo sabes

-Sí, pero qué te parece si te invito un helado en la nueva cafetería que abrieron antier

-¡Uy, me parece perfecto!

-De acuerdo, vamos, solo ponte tus sandalias y nos vemos abajo

-Ok

Lucy no sabía que momentos antes le habías enviado un mensaje por Whatsapp a Pietro diciéndole que querían que se vieran en la cafetería mencionada, que había sido un error haberle golpeado y que quería hablar con él tranquilamente para ver si podían llegar a una solución. Él había accedido sin ningún problema y dispuso que se vieran en 1 hora... el tiempo justo.

Cuando Lucy y tú se dirigían al lugar, incluso iban tomadas de la mano como señal de la longeva amistad que se habían demostrado desde niñas; los vecinos ya les conocían desde hacía varios años y al pasar, siempre sonreían al ver lo maravilloso que se trataban. 
Al entrar a la cafetería que estaba repleta de gente, buscaste entre la pequeña multitud a Pietro, hasta que diste con él: estaba sentado en la mesa del fondo, comiéndose las uñas por el nerviosismo y moviendo los pies como queriendo correr a buscarte.
Cuando sus miradas se cruzaron, tú sonreiste y le indicaste a Lucy que te siguiera, pero cuando el joven vio que no ibas sola, su expresión cambió totalmente. Estaba pálido y la boca se le secó de un momento; ella también se detuvo un instante al verlo pero siguió caminando para que no sospecharas nada.

**-Shots del Universo Marvel-**Where stories live. Discover now