Algunos shots e imaginas con los personajes de Marvel, tanto Vengadores, como X-Men; situaciones románticas, graciosas, tristes y cotidianas que les puede suceder a estos héroes
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Todo en el edificio estaba por colapsar: las ventanas retumbaban como en un sismo, las sillas se movían solas y los cuadros caían por doquier. Se escuchaban los sollozos de los ancianos que vivían en el departamento de junto y los niños en el piso de abajo gritaban aterrorizados, de seguro aferrados a su madre.
Era la tercera vez en menos de 10 días en que Jean tenía un episodio similar y tú no sabías qué hacer. Era la primera vez que te tocaba en primera persona y no tenías ni idea de cómo solucionarlo. Nunca creíste que cuando la invitaste a quedarse en tu departamento para resguardarla, las cosas se complicarían de esta manera.
-Jean, por favor, necesito que te calmes -le dijiste queriendo acercarte pero su mismo poder te lo impedía
-¡Eres una bacteria junto a mí! Aléjate -y con un sencillo movimiento de cabeza, la fuerza de su mutación te aventó hacia la pared
-Vamos Jean, somos amigas... permite que te ayude -le dijiste nuevamente cuando te pusiste de pie
-¿Ayudarme a qué?
-Ayudarte a no lastimar a más personas... nuestros vecinos están muertos de miedo y sé que en el fondo está la Jean que conozco, así que por favor... no continúes con esto
-¡Nadie va a volver a encerrarme en mi propia mente! Charles ya lo hizo y ahora tú...
-¡No Jean! el profesor solo quiso auxiliar con tus ataques de pánico y ansiedad; ésta no eres tú y lo sabes; y yo no tengo esa intención
-No hay nadie que valga la pena en este mundo como para impedir que mi poder alcance niveles insospechados -de pronto, el viento que soplaba en el interior de su hogar arreció con violencia y sus ojos se tornaron completamente negros, su cabello adquirió una tonalidad rojiza encendida como el fuego y el rostro adusto -todos tendrán que pagar su osadía de detenerme
No se te ocurría otra cosa mas que hablarle en esas circunstancias, y como pudiste (casi arrastrándote) llegaste a unos centímetros de ella; tomaste sus manos y le hablaste con ternura:
-Jean, yo te quiero... no como simple compañera, sino como amiga, como una hermana; y si tú me pides que me sacrifique por el bien de la humanidad, lo haré, te juro que lo haré... pero no lastimes a nadie más. Vierte todo tu coraje en mi, estoy dispuesta a hacerlo -cerraste los ojos esperando su ataque
Tu acción tocó profundamente en su interior y poco a poco su rabia fue mermando hasta que todo alrededor quedó tan impecable como si nada hubiera pasado. La Jean que conocías había regresado.
-Gracias por devolverme al camino correcto... siempre te querré y siempre seremos amigas -te abrazó fuertemente y lloró en tus brazos
