**-Shots del Universo Marvel-**

¡SORPRESA! (Peter Parker)

-Es la tercera vez que me quedas mal, Peter... ¡tercera vez que te he esperado más de 1 hora en un restaurante para cenar!

-En verdad lo siento, T/N... es que tuve...

-Sí, un inconveniente -le interrumpiste abruptamente, levantándote de tu asiento -creo que el peor inconveniente es que hayas venido hasta acá para nada... lo mejor es que cada quien se ande por su propio camino...

-¡Pero T/N..!

-Olvídalo Peter; haz de cuenta que esto nunca pasó... ¡porque de hecho nunca pasó! Adiós Parker -te alejaste con paso firme hacia rumbo desconocido

Peter se sentía fatal al fallarte por tercera ocasión: los crímenes en la ciudad simplemente no paraban, y hasta parecía que los ladrones y villanos se presentaban a propósito en esos días y horas. ¿Cómo te podría explicar que él era Spider-Man y que tenía que combatir el crimen por la ciudad?
Desconsolado, fue a casa de tía May a descansar, con la única esperanza de verte en tu recámara, ya que al ser vecinos su ventana daba directo a la tuya, que estaba a escasos 2 metros de distancia en la parte alta.
Cuando llegó y se instaló en su habitación, escuchó perfectamente cuando llorabas y recriminabas por su impuntualidad y falta de compromiso:

-¡Maldito Parker! Es un maldito insensible... de seguro estuvo con otra chica y quiso burlarse de mí para su diversión otra vez. Pero tú nunca me abandonarías, ¿cierto? -dijiste como platicando con alguien más -tú sí me serías fiel para siempre...

Extrañado, Peter salió de su cuarto y con sigilo absoluto, con ayuda de sus poderes arácnidos, trepó hasta tu casa y se asomó por la esquina de tu ventana, donde la cortina no alcanzaba a tapar toda visibilidad. Platicabas con un póster gigante de Spider-Man, sacado de uno de los cómics que siempre comprabas a escondidas de tu madre (para que no te aburriera con su perorata de que "no debes portarte como una chica rara o si no, ningún muchacho pondrá sus ojos en ti") y que tenías pegado por dentro de tu armario para que nadie lo pudiera ver a simple vista; esto sorprendió tanto y tan gratamente a Peter, que fue que comenzó a idear un plan.

Te dejó en paz por unos cuantos días. No le dirigiste la palabra ni en la escuela ni en tu casa, así que por una parte te tranquilizaste mentalmente. Pero Peter tenía otros proyectos contigo... aunque tú ni en la vida lo hacías por el momento.

Sabía que los viernes ibas a clases de pintura en el centro de la ciudad y generalmente era él quien te acompañaba, pues cuando terminaban ya era muy tarde por la noche y las calles se empezaban a llenar de tipos malencarados y con malas intenciones. Pero esta vez sería diferente: irías sola y aunque llevabas un pequeño spray con gas pimienta para protección, no te sentías tan segura del todo.
La clase terminó y te encaminaste hasta la parada de autobús que estaba a unas 3 cuadras de distancia; pero en el trayecto, un tipo te fue siguiendo por varios metros. El miedo se apoderaba de ti más y más, y aunque casi corrías el hombre te alcanzó y quiso robarte tu bolsa y aprovechar para hacerte daño.

En eso apareció Spider-Man y con su tela, lo envolvió dejándolo tirado en el piso con una nota para la policía: "Este es Jason McDowell, antecedentes de robo, intentó uno más hoy pero lo frustré... de su amistoso vecino: Spider-Man".
Te tomó entre sus brazos y te pidió que lo sujetaras con fuerza, lanzó una de sus telarañas a la parte alta del edificio más cercano y salieron volando por los aires de ahí.

De pronto, te llevó hasta la parte trasera de tu casa, en el pequeño balcón que estaba fuera del cuarto de televisión.

-Estás a salvo, llegaste a casa

-¿Cómo sabes que yo vivo aquí? -preguntaste con alegría y asombro a la vez -Nunca te dije la dirección

Él se quedó de piedra y en silencio, sabía que la había cagado... ¡prácticamente se acababa de delatar! Así que no tuvo más remedio que adelantar la sorpresa que tenía para ti. Lentamente se quitó la máscara de su cara y lo observaste con detenimiento... ¡era Peter!

-Mira T/N, déjame explicarte... -tartamudeaba de los nervios

-¡¿Eres tú Spider-Man?! 

-Sí, soy yo... por eso nunca llegaba a tiempo cuando quedábamos de vernos en los restaurantes

-¿Cómo supiste lo del ladrón? 

-Sabía que te tocaba tu clase de pintura, pero como seguías molesta conmigo, obviamente no podría acompañarte... pero te seguí. Tenía planeado presentarme contigo como la araña, pero el sujeto aquél...

-¡No me digas que también era planeado, Parker!

-¡No, claro que no! Él era un ladrón de verdad; tuve que adelantar mi entrada mucho antes de lo que pensaba hacerlo. Pero el hecho de que te haya traído hasta tu casa como algo automático, simplemente me delató, así que... aquí estoy -se encogió de hombros mostrando una sonrisa socarrona y coqueta que te enamoró

-¡Oh Peter! -lo abrazaste fuertemente, dejándolo alucinado -en verdad me salvaste de un criminal

-Eh... sí, lo hice -te regresó el abrazo -perdona por no decirte antes, tenía miedo de que no me creyeras, pero ahora sé que me amas

-¡¿Cómo rayos lo sabes?! -te separaste de él y de pronto, caíste en cuenta de que tú también te habías delatado sin querer y te cubriste la boca

-El póster en tu cuarto -dijo riendo al descubrir tu secreto

-¡¿Me espiaste, Parker?! -le diste un puñetazo en el hombro -eres un malnacido -seguiste manoteando en su pecho

-Hey calma, calma -te dijo sujetando los brazos y luego rodeando tu cintura -solo que ahora puedo estar seguro de que correspondes mi amor por ti, aunque sea por medio de la máscara -y luego te besó con dulzura