Algunos shots e imaginas con los personajes de Marvel, tanto Vengadores, como X-Men; situaciones románticas, graciosas, tristes y cotidianas que les puede suceder a estos héroes
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Acababas de llegar al complejo, pues Steve te había reclutado después de ver tus habilidades en una de las batallas que tuvieron contra la gente de HYDRA; además, Fury te había recomendado como una de las mejores agentes de S.H.I.E.L.D. después de Natasha (nadie superaba a la pelirroja). Estabas completamente agotada y sucia por la pelea que se había desarrollado esa tarde. Te asignaron una de las habitaciones de la segunda planta y tus compañeros en piso eran Sam, Lang, Wanda y Visión. Agradecías que al menos tuvieras un poco de compañía femenina ante tanta testosterona que absorbiste durante tu estancia con el jefe del parche.
Llegaste al cuarto y lo viste un poco desordenado, no le diste mucha importancia pues tu cuerpo lo único que requería era un poco descanso y tu mente ya no quería analizar tanta información que le seguía llegando a un ritmo acelerado. Querías relajarte, así que tomaste tu toalla, tu ropa y tus cosas de baño y te dirigiste hacia aquél espacio; cuando abriste la puerta te sorprendiste al ver a Scott cantando en la ducha y empapado. Lo único que atinó a hacer fue cubrir sus partes y reír con nerviosismo.
-¡¿Qué haces en mi baño?! -gritaste mientras te tapabas los ojos, volteando la cabeza a otro lado, dándole oportunidad de que tomara su toalla
-¡¿Tu baño?! ¡Creo que te equivocaste, niña! -se cubrió poniendo su toalla en su cintura
-¿Cómo que me equivoqué? Steve fue muy claro al asignarme mi habitación: tercera puerta a la izquierda al salir del elevador
-Ese es el problema, muchacha... este es la CUARTA puerta a la izquierda, deberías verificarlo
-¿Me estás diciendo tonta? -ya que estaba él cubierto y había salido del baño hacia un lado de la cama, lo seguiste increpándolo
-Solo te digo que lo compruebes... adelante -te señaló la puerta y tú, ni tarda ni perezosa, obedeciste
En efecto, cuando llegaste al corredor, te percataste que Scott tenía razón, eras tú quien se había confundido con las puertas. Estabas roja de vergüenza y no sabías si entrar de nuevo por tu maleta o no. Él mismo se adelantó a tus pensamientos.
-Tranquila, es comprensible. Estás tan cansada que a veces el cerebro te juega una mala jugada -te pasó tu maleta y la entregó en tu mano
-En serio lo siento, por entrar a invadir tu privacidad y por haberte visto... -te pusiste nerviosa y tragaste saliva -...desnudo
-Bueno, espero que no sea la última vez -sonrió coqueto
