ESTOY AQUÍ (xxx -Logan- xxx)

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Advertencia: +18


Habías estado platicando con ese tipo ya un buen tiempo por teléfono; todos en la mansión se empezaban a cuestionar si realmente alguna vez se conocerían en persona. Decidieron llevar la plática al siguiente nivel.

Quedaste de verlo en el centro comercial, en las mesas que estaban a un lado de la nueva pastelería y de ahí lo que marcara el destino. Llegaste puntual a la cita y él llegó unos 5 minutos más tarde; se reconocieron, se saludaron y comenzaron a platicar, pero notaste algo extraño en su mirada y en su tono de voz. Estabas segura de que él quería tener intimidad contigo pero la timidez y la inexperiencia te hacían dudar de si tú realmente estabas dispuesta a ceder a la propuesta que te pudiera hacer.

Era un chico guapo, de eso no cabía duda, pero simplemente no te sentías lista al 100% para tener sexo con alguien a quien acababas de conocer en persona. Te planteó ir al mirador afuera de la ciudad y, una vez más, dudaste pero no querías que después él te llamara "niña apretada" como le decía a su ex, pues aseveraba que ese tipo de mujeres le parecían tontas e inmaduras para la edad que tenían y no querías caer en esa categoría. A pesar de todo, lo considerabas un gran amigo y te dolía que por cosas así lo perdieras.

Después de mucho insistir, accediste. Fuiste con él al mirador en su auto y justo después de aparcar te dijo unas cuantas palabras y te besó apasionadamente. Al principio respondiste los besos, pero cuando notaste que te tocaba de una manera que a ti ya no te agradaba, le pediste que parara, él se rió y dijo "vamos T/N, no me digas que serás una niña apretada ahora que estamos aquí; yo sé que tú también quieres esto". Eso de verdad comenzó a asustarte pues puso seguro a las puertas y te impedía salir; te dijo que si no sería por las buenas, entonces lo harían a la mala.

Con lágrimas en los ojos pediste ayuda aunque sabías que nadie iría en tu auxilio, y ni siquiera tu poder de invisibilidad te sacaría de este problema.

De pronto, una silueta apareció en el mirador y de inmediato lo reconociste; era él: Logan, aquél de quien durante mucho tiempo estuviste enamorada pero jamás prestó atención a tus sentimientos.

Se acercó a la ventana donde estaba el abusador y de un golpe la rompió en mil pedazos, lo tomó del cuello y lo sacó del auto:

-¡Lárgate de aquí, pedazo de mierda! ¡Y no quiero que vuelvas a molestar nunca más a T/N! –gritó con furia el mutante. El tipo asustado corrió en medio de la noche hacia rumbo desconocido

-¡Logan, Logan! –no podías dejar de llorar y de decir su nombre; abrió la puerta con ayuda de sus garras, te sacó del coche y te abrazó –gracias, gracias, gracias...

-¿Por qué tenías que estar aquí con ese patán?

-Lo siento, de verdad lo siento –llorabas en su hombro, aprisionándolo fuerte con tus brazos –por favor, no le digas de esto a nadie

-Claro que no linda, ya, aquí estoy, deja de llorar... no me gusta verte así –con sus manos limpiaba tus lágrimas mientras tiernamente te veía

-¿Y cómo es que supiste que aquí estaría? –preguntaste más tranquila

-No lo sabía, vengo aquí cuando quiero estar en paz sin que nadie me moleste, esto fue mera casualidad

-A eso se le llama destino, Logan –sonreíste tratando de sonar inocente, pero el que te hubiera salvado de ese fulano avivó en ti un deseo que poco a poco te fue inundando el cuerpo –gracias otra vez

Te acercaste al mutante y lo besaste en la boca, era dulce y carnosa; creíste que podría rechazarte pero, para tu fortuna y sorpresa, él contestó tus besos y te abrazó por la cintura. Mordisqueaba juguetonamente tus labios y al separarte un poco para ver tus ojos, sonrió de lado y siguió con lo que estaban.

**-Shots del Universo Marvel-**Where stories live. Discover now