Algunos shots e imaginas con los personajes de Marvel, tanto Vengadores, como X-Men; situaciones románticas, graciosas, tristes y cotidianas que les puede suceder a estos héroes
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Era tan conocido por su mal humor, que la verdad estabas aterrorizada hasta de que incluso se te acercara: hablaba poco (y eso, con solo algunas personas), siempre con malos gestos, para todo refunfuñaba, diciendo groserías a diestra y siniestra... pero precisamente por ese aspecto, te estaba conquistando cada día más. No había duda de que el mutante era muy guapo y que era el chico malo con el que todas las chicas querían andar, pero eras tan insegura que pensaste que jamás ("ni en un millón de años", le dijiste a tu amigo Quicksilver) pondría su atención en ti.
Así que el día que te preguntó si podían salir, sucedió como en un cuento de hadas: llegó a tu departamento, timbró y esperó sin decir una sola palabra. Te asomaste por la mirilla de la puerta y solo te quedaste boquiabierta... ¿en verdad era él? Tenías que cerciorarte.
-Ho-hola Logan -dijiste con dificultad mientras casi hiperventilabas
-Hola preciosa -sonrió de lado haciéndose aún más el irresistible -pasé para ver si querías ir a comer conmigo
-¡¿Aho-ahorita?! ¿O sea... ya? -¡no lo podías creer! El X-Men más misterioso y sexy de todos pidiéndote a ti una cita era lo más fascinante
-Sí, ya... a menos que tengas... otros planes -se asomaba por el espacio entre la puerta y tú para confirmar que estuvieras sola o alguien más te acompañaba
-No no, ya sabes que siempre estoy sola... bueno, no es que lo tengas que saber... o sea, es solo una expresión... eso no quiere decir que... -si no querías que se diera cuenta de que estabas loca por él, ya lo habías arruinado por completo; él, algo ruborizado, solo sonreía agachando la cabeza -...ay, tú me entiendes, ¿no?
-Claro hermosa -te miró con dulzura -ven, vamos a comer
Mientras se dirigían al lugar, mirabas de reojo lo bien que se veía con esa simple camisa gris arremangada, los jeans ajustados y las botas negras que calzaba; ¡era un dios! De seguro miles de mujeres habrían querido tu lugar para estar a su lado y tú ya no podrías desperdiciar ese regalo divino... tenías que actuar con todos tus dotes femeninos.
Al llegar al pequeño restaurante (parecía un local más bien casero), se sentaron en una de las mesas más alejadas de la entrada y él pidió una deliciosa pizza de pepperoni. Se te hizo algo sencillo para la ocasión, pero fue lo mejor que pudo ocurrir. Durante la comida, la conversación fue más amena y divertida y entonces conociste a ese Logan escondido detrás del escudo de ferocidad.
-¿Sabes? Creí que eras un anti-social de primera -confesaste -nunca pensé que fueras así de genial y que te gustara reír tanto -el hombre solo comía de su rebanada de pizza , mostrándose alegre y relajado; eso terminó de conquistarte
-Y eso que no me has visto cuando me pongo romántico -una vez más, la sonrisa en su rostro se hizo presente -y creo que pronto podrás comprobarlo -te guiñó el ojo y como un truco de magia, sacó una bella rosa roja, la besó y la entregó en tus manos -que esta sea la primera de muchas citas, preciosa
