-¡¿Cómo que no puedes hacerme ese favor?! –gritó Sam desesperado
-Lo siento Sam, pero no me gusta meterme en asuntos personales de esa naturaleza; además, tendrías que ser tú quien se encargara de semejante tarea, ¿no? –dijiste compungida
-Sí lo sé, pero es que yo no tengo el mismo tacto que tienes tú para hablarle bonito como a ella le gusta. Anda, solo es una pequeñísima pregunta... -Falcon puso los ojos de cachorro a medio morir y no pudiste negarte
-¡Aasshh, está bien! Odio cuando pones tu cara de GATO CON BOTAS... qué fastidio
-Eres la mejor, T/N –te dio un beso en la mejilla y se alejó con una sonrisa amplia en su rostro
Y es que a pesar de que amabas perdidamente a Sam, harías lo que fuera para verlo feliz, y si eso significaba sacrificar ese amor para que él y tu mejor amiga fueran pareja lo harías sin importar nada. Así que muy decidida te dirigiste a la habitación de Nat para preguntarle lo que Sam no podía. Tocaste a la puerta.
-Está abierto, pasa
-Hola Nat, ¿qué haces?
-Ah bueno, trataba de ver un poco de televisión, pero no hay nada interesante ahí, ¿qué onda, qué necesitas?
-Bueno, en realidad no sé cómo decirte esto pero... creo que Sam tiene un mensaje importante para ti
-¿Y de qué se trata? –dijo con interés la Viuda
-Mmm, ¿cómo te explico? Es que no sé ni cómo empezar... ¡maldito Sam! Siempre me deja lo más difícil a mí
-¡Ya dilo!
-Me pidió que te dijera que si te gustaría ir a la cena-baile de caridad que está organizando el ayuntamiento a beneficio del orfanato –tu cara estaba sonrojada al 100
-¿Y por qué no me lo pidió él directamente?
-Pues porque es un bebé y no tiene los pantalones bien puestos
-¡Oye! Escuché eso –dijo desde el pasillo Sam quien se había escondido para espiarlas pero se le salió el reclamo -¡oh, demonios!
-¡Ven para acá Sam! –gritó molesta Nat; él se acercó como perrito con la ola entre las patas listo para ser regañado por su dueño -¿Por qué carajos no me pides tú las cosas y tienes que enviar mensajeros para todo?
-La verdad es que... bueno, tú sabes... las cosas no son tan fáciles... -el hombre se moría de nervios ante la mirada inquisidora de Natasha -... no sé ni cómo empezar
-Dilo ya Sam: estás enamorado de Nat –soltaste su secreto sin pelos en la lengua; te dolía pero estabas segura de que Viuda correspondía el amor de Sam también
-¡Hey, dijiste que nunca lo dirías! Lo prometiste –te apuntó Sam ruborizado y molesto
-Es que haces demasiado drama con esto, Falcon. Las cosas cuando se sienten de verdad, simplemente se dicen; así, sin más
-¡Pero me lo prometiste!
-Lo sé, lo lamento amigo, pero te aseguro que tendrás tu recompensa, creo que ella también tiene un secreto para tí –le guiñaste un ojo y caminaste rumbo a la salida de la habitación. Cuando estabas por cruzar la puerta volteaste hacia la escena que habías dejado y te topaste con que Nat le daba la mano a Sam y ambos sonreían coquetamente, estaba hecho: los habías emparejado
Con sentimientos encontrados de tristeza, molestia y decepción te moviste hacia la cocina y tomaste de la nevera un envase de helado para comer y una cuchara. Y quieras que no, algo en tu interior también estaba feliz por haber hecho que el hombre que amabas y tu mejor amiga disfrutaran de una relación que ambos pedían a gritos desde hacía mucho tiempo.
Así que comenzaste a disfrutar el helado. De pronto, entró Steve y te vió allí sentada, muy pensativa y deprimida. Tomó una botella de agua del refrigerador y la bebió a sorbos largos. No decía nada, solo te veía hasta que por fin se animó.
-¿Qué sucede T/N?
-Nada Cap, cosas de mujeres del corazón
-Ah, vaya –no sabía cómo podía sacarte información sin parecer tan metiche –oye, fui a ver a Nat para el entrenamiento y se estaba besando con Sam; ¿sabes qué pasa ahí?
-Sí, lo sé –tus ojos se llenaron de agua
-¿Y tú por qué..? ¡Ohhh! –hizo Steve la expresión de sorpresa pues se había dado cuenta de lo que sucedía –Lo siento T/N, no quise ser tan duro
-No te preocupes Cap, tarde o temprano tenía que pasar. Ellos se conocían desde hace un buen tiempo y era lógico que la prefiriera a ella antes que a mí
-No digas eso, eres una chica linda y excepcional
-Tal vez, pero veo difícil que pueda volver a sentir lo mismo que antes por alguien más –lloraste desconsoladamente, Steve se acercó a ti y te abrazó con ternura, limpió tus ojos y te dio un beso en la frente
-Vamos a resolverlo poco a poco; a veces se tarda, pero siempre llega la paz, yo te ayudaré –te quedaste un buen rato oyendo su corazón latir, te tranquilizó su ritmo y te prometiste que saldrías adelante con ayuda de tus amigos
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**-Shots del Universo Marvel-**
FanfictionAlgunos shots e imaginas con los personajes de Marvel, tanto Vengadores, como X-Men; situaciones románticas, graciosas, tristes y cotidianas que les puede suceder a estos héroes