**-Shots del Universo Marvel-**

SIN CORAZÓN (Alex Summers - Havok)

Lo conocías de poco tiempo, pero te robó el corazón con su encanto hawaiano y ese aire de grandeza que le venía de maravilla. Los entrenamientos con él eran duros, pero siempre lleno de sorpresas, pues el hecho de que Alex no pudiera controlar su poder muy bien, te permitía acercarte a ayudarle a resolver los problemas que se le presentaran.

Sabías que anteriormente había tenido un pequeño noviazgo con una chica también mutante, pero al no conocerla, en realidad no te importó mucho luchar por todos los medios por su cariño. Y quien más estaba enterado de esto, era su hermano Scott, quien cada vez que te veía, te animaba a que fueras tú quien diera el primer paso.

-Vamos T/N, no es el siglo XIV... yo conozco a Alex y sé que es demasiado reservado para todo esto de los noviazgos, pero se sentirá bien si tú le dices lo que sientes

-Es que me parece que ya lo tengo un poco aburrido con todos los coqueteos que le hago. Le he dicho de maneras muy sutiles  y no tan sutiles que me encanta y no parece que tenga reacción... ¡de ningún tipo!

-A veces los hombres somos un poco socarrones

-¿Un poco? -le contestaste a Scott

-Bueno, tal vez UN MUCHO. Te digo que te le acerques y le digas ya que te mueres por él; no pierdes nada con hacerlo. Capaz y te dice que él también está enamorado de ti y tú perdiendo el tiempo

-Mmm, está bien, confiaré en tí

Hiciste una extensa carta con todos los momentos y detalles que te gustaban de él, todas esas veces en que se ayudaban mutuamente mientras Charles y Hank los ponían a entrenar sin cesar durante varias horas y donde también tenías la sensación de que él correspondía tu amor.
Estabas lista... cuando la clase terminó con el profesor Xavier te dirigiste a su recámara y tocaste la puerta.

-¡Pasa! -gritó desde dentro de la alcoba

-Hola Alex, ¿cómo estás? -el corazón te latía a mil por hora

-Ah, hola T/N, ¿qué hay?

-Mira Alex, vengo a entregarte esto -extendiste tu mano con la carta en ella y se lo ofreciste a Havok; él la tomó serio

-¿Qué es esto? -dijo extrañado

-Es una carta que te hice, ojalá pudieras leerla

-Sí, claro, gracias -hubo un momento incómodo de un silencio casi sepulcral. Alex creía que te irías mientras leía la carta pero tú no te moviste ni un centímetro -¿pasa algo malo? ¿Alguna otra cosa?

-No, es que me gustaría que la leyeras ahora y me dijeras tu opinión

-¡Ahh, vaya! Era eso... bueno, lo haré, pero creo que me voy a tardar un poco -se fijó que el sobre contenía un buen número de hojas en él, unas 6 para ser exactos

-No hay problema, yo te espero

-Ok -dijo frunciendo el ceño -siéntate mientras en mi escritorio

-Estaré viendo tus pósters y fotos, si no te importa

Entre tanto, tú repasabas por su cuarto todas las imágenes que colgaban de las paredes donde delataba los gustos del chico por las carreras de auto y de motocross, un pequeño detalle que no pasó desapercibido para ti. 
Sin embargo, de vez en vez volteabas de reojo a ver el rostro de Alex y te dabas cuenta de que en cada párrafo en que posaba su mirada, una sonrisa traviesa se dibujaba en sus labios.

Eso hacía que tus ilusiones se incrementaras más y estabas casi segura de que al final de su lectura tendría una buena sorpresa para ti. Escuchaste que tomó las hojas y las volvió a meter en el sobre.

-Bueno, ya terminé de leer

-¿Y qué opinas? -tu voz se oyó chillona y desesperada

-Todo lo que me dices es muy lindo, me recordaste muchos momentos que ya había olvidado y otras cosas graciosas que aún tengo en mi mente; pero tengo que serte muy sincero: yo no puedo corresponderte como tú lo esperas -parecía que habías escuchado el instante exacto en que tu corazón se rompió en mil pedazos

-¿Por qué? -una lágrima ya se asomaba a tus ojos

-Porque... sigo enamorado de mi antigua novia, y creo que pronto vamos a regresar

-Oh -ya no pudiste decir nada más. Otro silencio invadió el lugar

-Lo lamento T/N y perdona si mis acciones te hicieron pensar en que había algo más entre tú y yo

-No te preocupes, dicen que el tiempo es un buen médico. Gracias por ser tan sincero

-¿Estarás bien? -dijo Alex preocupado

-Sí, por supuesto... -mentiste vilmente -sólo dime algo... tu ex, ¿cuál es su nombre?

-Polaris, le dicen Polaris

-Ah, vaya -tu rostro reflejó incredulidad

-¿Qué sucede?

-Nada, mera información. Hasta luego...

Saliste corriendo del cuarto sin poderle explicar que Polaris, era tu hermana de la que te habían separado cuando tus padres murieron.