**-Shots del Universo Marvel-**

EL ESCONDITE (T'Challa)

Por fin habías descubierto la forma de entrar en ese país, escondido entre los árboles y rodeado de montañas; una extraña manera de ocultarse a plena vista.
Lo que viste ahí te maravilló: construcciones y edificios igual o más avanzados que en los países llamados "del primer mundo", tecnología de punta inimaginable y hasta el transporte era más rápido y eficiente que cualquiera de lo lugares a los que hubieras ido. ¿Cómo podían solventar algo así?

Escuchando entre la gente e infiltrándote en su población, la respuesta llegó pronto: VIBRANIUM. El agente Ross no te había dicho toda la verdad... o al menos no de un modo tan fácil de reconocer.
Ya estabas ahí, era la oportunidad perfecta de vengarte del ahora conocido como "Lobo blanco", lo tenían en una especie de cámara criogénica, con el propósito de restaurar sus memorias y borrar todo aquello que hizo bajo las órdenes e influjos de HYDRA.

A pesar de ser parte del gobierno y ser una agente de mente fría, tu dolor por perder a seres queridos a manos del Soldado del Invierno, te cegaba por completo; comprendías a Zemo cuando quiso vengarse por perder a su familia en Sokovia... con un mundo derrumbado pero sin alguien a quién culpar. Ahora, era tu turno de desquitarte, quitarle a ese monstruo lo que le quedaba de humanidad y torturarlo como torturó a tu madre frente a tus ojos.
Pero había un gran impedimento: el rey T'Challa. 

Lo conociste hace tiempo cuando hiciste un reconocimiento en las afueras de Wakanda y él, junto a su padre T'Chaka, llegaron al campamento donde tus hombres estaban asentados para contraatacar a un enemigo de dicho país que quería saquear un metal "raro" y muy valioso, el contrabandista Ulysses Klaue que con varios hombres, ya habían aterrorizado la zona y algunos países africanos más.

Al ser la segundo al mando de dicho campamento (después de Ross), el trato con el que en ese entonces era el príncipe wakandiano fue bastante bueno; incluso Ross bromeaba contigo sobre la química que se había dado entre el heredero de la corona y tú y la manera en que ambos se coqueteaban. No podías negarlo, el hombre era muy atractivo, decidido y firme en sus creencias, pero era notorio el gran corazón que tenía y que, llegado el momento, daría todo por su país y/o por la mujer que amara.

Pero no podías quedarte en sentimentalismos, tu objetivo de matar a Barnes era claro, debía de ganarte el cerebro y no el corazón.
Esa noche entraste sigilosa al ala oeste del centro hospitalario en el tercer piso del edificio real. Tus años de espía (y ahora, doble agente) te avalaban para ser más inteligente y mejor preparada que muchos de los que cuidaban el lugar. Te adentraste al recinto y viste a lo lejos la cámara de criogenia donde de seguro contenía al Soldado de Invierno; con ayuda de un aparato para descubrir códigos en entradas secretas diste con el que abría la puerta de cristal y por fin lo tuviste de frente, encerrado en esa cápsula donde el frío lo mantenía con vida, pero inerte... ¡era la maldita oportunidad!

Abriste la cápsula y lo despertaste de su letargo; aún desorientado, lo amarraste de pies y manos y lo llevaste a un rincón de la sala donde comenzaste a hablarle:

-Ahora te toca a ti sufrir como hiciste sufrir a mi madre -dijiste serena pero con los ojos llenos de rabia

-No sé quién era tu madre... no sé de qué me culpas

-Hace 20 años la torturaste frente a mí, cuando yo era apenas una chiquilla

-Hace 20 años estaba bajo el influjo de HYDRA

-No me importa si estabas bajo el influjo de la bruja malvada del cuento de Blanca Nieves, vas a pagar por lo que hiciste, bastardo infeliz

Con la cacha de tu pistola comenzaste a golpearlo en la cara y a cortarlo con una navaja en diferentes partes del cuerpo, y luego le rociabas alcohol en las heridas para después quemarlo en la zona y provocarle un dolor interminable.
Así pasaron varios minutos hasta que después de que te cansaste de golpearlo, maldecirlo y tenerlo vivo, por fin te decidiste a darle un tiro en la cabeza (como lo hizo con tu madre).

-Y así como terminó ella, terminarás tú con tu vida -apuntaste a su frente y él solo cerró los ojos, sin decir nada, sin mostrar miedo ni dolor

-¡Alto, agente T/N! -una voz desde el corredor te paralizó

-Rey T'Challa -murmuraste; volteaste hacia él y lo viste ataviado con su traje de Pantera Negra

-No haga esto, no se convierta en lo que más odia

-¡Mató sin piedad a mi madre! -empezaste a llorar desconsoladamente

-Lo sé, y sé también de otros muchos crímenes que cometió pero ya no podemos remediarlo

-Pero tampoco voy a perdonarlo

-Entonces no lo haga, pero piense en el sufrimiento que le daría a su madre si ella estuviera viva, si lo mata por venganza; eso no la va a regresar

-¡Lo sé, no soy estúpida! Pero quiero que este dolor se acabe -no podías parar de llorar

-Puedo ayudarla, si me permite -poco a poco se fue acercando sin que te dieras cuenta -solo deje que un amigo le ayude...

-Ya no tengo a nadie

-Me tiene a mí -te dijo con sentimiento -por favor, sea mejor que él: perdónele la vida y le prometo que yo estaré con usted para que las cosas cambien -ya estaba a escasos 2 metros de ti-no me separaré de usted nunca

-¿Cómo puedo saber que no me engaña? Todos en el poder tienen el don de mentir

-Yo no miento jamás... agente T/N, suelte el arma

Cuando por desesperación ibas a disparar en tu propia sien, T'Challa te agarró de la mano y te abrazó fuertemente, impidiéndote moverte. Te desplomaste en el suelo y lloraste como hace mucho no llorabas.
Las Dora MIlaje llegaron y soltaron a Barnes, quien con pesar y dolor te veía tirada junto al rey, susurrando un "lo lamento" mientras se lo llevaban a curación.

-Lo siento, no quise matar a nadie, es solo que...

-La entiendo, eso me pasó también con mi padre, ¿recuerda? Pero saldremos adelante, juntos seremos mejores que hoy, todo paso a paso

-Perdóneme señor, perdóneme...

-Es su dolor el que actuó, agente... voy a estar para usted siempre

-¿Va a encerrarme, señor? -preguntaste más calmada y consciente de lo que habías hecho y lo que tus acciones ameritaban

-Voy a creer en usted; la dejaré libre con una condición

-¿Y cuál es?

-Se quede a vivir en Wakanda con nosotros... conmigo

-¿Por qué querría tener a una doble agente con usted, señor? 

-No es por ser doble agente; es porque usted es importante para mí -te acarició la mejilla y beso tu frente -además, le prometo que estando aquí su interior va a reconstruirse como lo hizo mi corazón... quédese -miró tus labios y sonrió

-Lo haré señor

-T'Challa, dime T'Challa