**-Shots del Universo Marvel-**

IMAGINA: //* Natasha Romanoff *//

IMAGINA: cuando descubriste a Nat con tu prometido

Shuri te había avisado por medio de un mensaje que tu novio Jack había llegado desde hacía un buen rato y estaba esperándote en tu habitación de el complejo, como parte de una sorpresa pues había regresado de un largo viaje debido a sus negocios en Asia. Abandonaste tu lugar en el puesto de mando de S.H.I.E.L.D. y deseabas con toda tu alma volver a abrazar al hombre con el que en poco tiempo te casarías.
Dejaste tu auto en el garage con los demás vehículos, corriste hasta el ascensor que te llevaba directamente hacia los dormitorios del equipo.

Cuál fue tu asombro al abrir la puerta de tu cuarto y viste la terrorífica escena: tu novio  encima de la (ahora) rubia Viuda Negra, prácticamente desnudos y besándose con una pasión que él (evidentemente) no te la demostraba a ti.

-¡¿Qué carajo significa esto Jack?! -gritaste histérica y con el corazón roto

De inmediato, ambos se trataron de cubrir su desnudez y pusieron rostro de sorprendidos, aunque a decir verdad, el más falso era él.

-¡Cariño, déjame explicarte! -decía con apuración Jack mientras se ponía el pantalón

-Amiga, espera... no pienses mal... es solo que... -Nat no terminó de decir lo que deseaba pues recibió de tu parte una bofetada sonora y dolorosa; ella solo se quedó de una pieza con la sábana cubriéndole

-Vamos T/N, necesitamos hablar como gente madura que somos... no hay por qué ponerse violentos -una vez más, tu prometido trataba de calmar tu enojo, pero entre más hablaba, más te enfurecías

-¿Sabes qué es lo más patético? -empezaste a comentar mientras tu pecho casi explotaba -Que creí que de verdad habías cambiado; esta fue la gota que derramó el vaso -Viuda se quedó viéndote confundida hasta que adivinaste su pregunta -¿No lo sabías, "amiga"? Contigo es la cuarta vez que me pone el cuerno en mi propia cama, así que si te prometió algo dulce o te dijo que eras la mujer más hermosa del planeta, no le creas: solo es su ridículo discurso para engatusar a la estúpida que se le ponga enfrente... ¿te dijo que eras especial? Ja-ja... ¡sorpresa! Eres una más del montón

Tomaste tu anillo de compromiso y lo lanzaste a los pies de Jack, quien notablemente estaba siendo humillado frente a su última conquista.

-Lo que más me duele no es la traición de él, sino la tuya -te referiste a la Viuda -que te consideraba casi mi hermana. No eres más que una víbora asquerosa, ¡traidora!

Y nunca más confiaste en ella.