Algunos shots e imaginas con los personajes de Marvel, tanto Vengadores, como X-Men; situaciones románticas, graciosas, tristes y cotidianas que les puede suceder a estos héroes
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Estabas un poco renuente a salir con Sam debido a que todo se tomaba con poca seriedad y, hasta cuando te propuso ser su novia, lo había hecho tan gracioso, que dudaste que fuera real. Era algo que te encantaba de él, por supuesto, pero a veces necesitabas hablarle de cosas serias o que te importaban demasiado y Sam simplemente no podía evitar hacer chistes al respecto, era como si no le tomara en cuenta a ti o a tus sentimientos. Pero Steve te convenció: "será algo bueno T/N, no te preocupes; te aseguro que Sam te hará pasar una velada maravillosa", te dijo el soldado mostrándose confiado en su amigo.
Te esperaba en la sala de el complejo, vistiendo un lindo traje negro (no sabías a dónde irían, pero era seguro que a un lugar elegante y costoso); aún te faltaban detallar cosas de tu peinado, tus zapatos y un poco de perfume, así que esperara unos 20 minutos más no sería problema. Lo malo era que Bucky se acercó a él para acompañarlo y, viendo que no no bajabas aprisa, ambos se pusieron a jugar con los muebles del lugar. Tomaron las sillas que tenían pequeñas ruedas, simulando un auto de carreras... aquellos parecían chiquillos de 6 años que no dejaban de imaginar que estaban en la fórmula 1:
-¡Más fuerte, Bucky! Estamos por llegar a los pits para cargar la gasolina -decía con vehemencia Sam, como si fuera el piloto
-¡A la orden, señor! -contestaba el del brazo de metal
-¡Oh no, nos está rebasando el líder; hay que alcanzarlo! -con las manos hacía Sam el movimiento de dar vuelta en el volante
Ante tanto ruido, creyendo que él estaba molesto vociferando en la sala contándole a alguien más su molestia por esperarte tanto, saliste lo más rápido que pudiste de tu habitación, aún poniéndote los tacones rojos que hacían juego con tu vestido y con la adrenalina al mil.
-¡Ya voy Sam, te juro que voy corriendo! -gritabas desde el pasillo
Pero entonces te percataste de aquél juego entre los hombres: estaban tan absortos en esto, que ninguno se dio cuenta de que los veías entre divertida y fastidiada al mismo tiempo. Sam fue el primero en voltear hacia donde estabas parada y solo pudo reaccionar con una sonrisa:
-Ah... hola cariño... eehh... estábamos... -los nervios y la pena no le dejaban decir una frase coherente -Bucky solo me estaba ayudando a... a...
-Sí, yo le estaba ayudando a... -trataba de recomponer todo James
-¡Dios mío Sam! Vengo casi matándome por estar aquí rápido y tú jugando con tu amiguito -comentaste con tono de voz alta
-Querida, no te enojes; te juro que fue solo por matar el tiempo. Vamos, te llevaré al lugar más bonito de la ciudad para compensar tu molesta... es más, ¡te dejaré que pidas doble postre! -dijo Wilson con la sonrisa más amplia para conquistarte
