Algunos shots e imaginas con los personajes de Marvel, tanto Vengadores, como X-Men; situaciones románticas, graciosas, tristes y cotidianas que les puede suceder a estos héroes
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El partido se encontraba en su medio tiempo, los equipos estaban en los vestidores descansando y pensando en la estrategia para ganarle al contrincante. Era tu momento de brillar. Eras la porrista estrella del equipo de casa, los hombres te admiraban y las mujeres te envidiaban (de buena manera) por tu ímpetu en los ejercicios y el liderazgo ante las otras chicas. Pero una persona en particular llamó tu atención cuando salieron a la duela a hacer el entretenimiento: el rey T'Challa; desde el primer momento, no despegó su vista de ti, te aplaudía cada que podía y si por alguna razón tú mirabas hacia donde estaba él, te sonreía coqueteándote abiertamente.
Al terminar el show, se levantó de su asiento y te abordó cuando tu equipo de porristas y tú se dirigían a cambiarse a sus vestidores, pues el partido de basketbol ya empezaba de nueva cuenta.
-Señorita... ¿puedo hablar con usted un minuto? -te dijo emocionado, cortando el paso hacia el pasillo de salida
-Lo siento, no me permiten hablar con los aficionados a medio juego -te excusaste
-Por favor, solo... un momento -te dijo con ojos casi suplicantes
-De acuerdo -accediste ante sus ojitos de Gato de Shrek -dígame que necesita
-Quería invitarla a salir después del juego, algo sencillo; por favor, diga que sí
-No lo sé, esto es algo muy extraño
-¿Extraño por qué?
-Es extraño que uno de los Vengadores me pida esto, que soy solo una porrista... y ni siquiera me ha pedido mi nombre
-No se preocupe, yo sé quién es usted; me han informado de todos sus datos. A veces las oportunidades se dan en la vida y se tienen que aprovechar -sonrió para convencerte
-Muy bien, acepto -le dijiste luego de pensarlo un instante -¿y a dónde iremos?
-Solo a cenar a Wakanda
-¡¿Wakanda?! ¡No traigo la ropa adecuada!
-Descuide, sea como sea, usted es hermosa con cualquier atuendo. Es más, le regalo un guardarropa completo de mi país. Estoy seguro que se verá aún mejor, se lo prometo
-Gracias majestad -te ruborizaste ante el regalo del rey -entonces, solo iré a cambiarme y me sentaré junto a usted para terminar el juego, ¿ok?
-Será el mejor juego que haya visto en mi vida -te guiñó el ojo
