**-Shots del Universo Marvel-**

SÓLO MÍA (xxx -Erik Lehnsherr- xxx)

No había manera en que Magneto pudiera dejarte sola un momento, ambos se adoraban al máximo, pero había un pequeño problema: él era demasiado celoso. Anteriormente ya habían tenido altercados por su manera tan posesiva de ser contigo: te celaba cuando salías con los chicos a algún café (aunque fueran las chicas también), cuando tardabas más tiempo "del necesario" en platicar con algún hombre o creía que coqueteabas.
Era cierto, tu encanto y tu físico te ayudaba a ser sexy por naturaleza, pero eso no significaba que quisieras fornicar con cualquiera que caminara por la ciudad. Así que cada vez que se ponía fastidioso, lo mandabas al cuerno y lo dejabas el tiempo que fuera necesario, hasta que él te pedía perdón.

Pero últimamente ya estabas harta de sus niñerías, así que "si él pensaba que coqueteo con todo el mundo, voy a tomarle la palabra y coquetearé con todo el mundo", ideaste.
¿Y qué mejor que coquetear con tu propia fraternidad de mutantes? Al fin y al cabo, chicos guapos había por doquier en la mansión. Había que divertirse a costa de Erik, y después castigarlo con tu desprecio... o eso era lo que tú planeabas.

-Hola Charles, buenos días -dijiste entrando al comedor ese día

-Hola T/N, buenos días... ¿Café? -contestó el profesor X

-Sí, claro... ¡ah, hola Erik! Buenos días -volteaste a verlo como si apenas lo reconocieras

-Buenos... -él se puso furioso 

-¿Y qué temas veremos hoy, profesor? -te sentaste cerca de Charles para tener más contacto visual con él

-Preparé un tema sobre los derechos de... -Xavier se quedó mudo de pronto y se te quedó viendo con rostro dubitativo -no T/N, yo no me presto a estos juegos -había leído tu mente y lo que planeabas

-Sshh, le quitas lo divertido al asunto -dijiste poniendo un dedo en tus labios

-Bueno, si vas a hacerlo así, no cuentes conmigo, pero te puedo recomendar con quien sí puedes hacerlo -de pronto, Chales se comunicó contigo mentalmente y te dio la idea

-Muy bien Charles, gracias por el dato -y le guiñaste el ojo; Erik estaba lívido de coraje e intrigado por lo que ibas a hacer

Saliste del comedor y te dirigiste a tu clase; todo fluyó con normalidad y cuando fue la hora de terminar te topaste con Logan en el pasillo. "Casualmente" Erik también concluyó su clase y se topó con ustedes. Magneto odiaba a Logan sobre todo, porque él sabía que tú le gustabas, así que verte con él hablando de cualquier cosa, le causaba una ira casi mortal.

-Hola Logan, ¿terminando ya la clase? -dijiste al mutante de forma coqueta

-Hola T/N, sí al igual que tú me supongo -dijo Logan acercando su cuerpo al tuyo

-Hey, yo también terminé mi clase -mencionó Erik para que notaran su presencia; Logan lo vió de reojo con desagrado

-Ah, qué bien... y dime T/N, ¿qué harás esta noche? -insistió el mutante de las garras

-¿Esta noche? Me parece que nada... ¿por qué, a dónde vas a invitarme? -te acercaste mucho más a Wolverine

-¿Por fin aceptarás mi invitación?

-Pídemelo bonito -estabas frente a frente sonriendo con Logan, cuando de pronto sientes que Erik te toma del brazo y te hace voltear hacia él

-¿Podemos hablar en privado? -la furia lo consumía, eso te hizo estremecer y aceptaste dejando con la palabra a Logan en la boca

Te llevó a su habitación y cerró fuertemente la puerta, nunca lo habías visto tan molesto; de pronto, celarlo con Logan ya no parecía tan buena idea. Entonces, Magneto te llevó hacia la pared y te encaró ahí con su mano apretando tu cara:

-¡¿Qué carajos crees que estás haciendo?!

-Estoy platicando con Logan, ¿qué crees que hago?

-Sabes que odio a ese fantoche, y sabes perfectamente que ese cabrón quiere cogerte, ¿no?

-¿Y a ti qué puede importarte? De todas maneras tú y yo no somos nada, nunca me has pedido que sea tu novia, ni tu pareja, es más, ni siquiera tu amiga con derechos, entonces... ¿por qué la molestia? Además, ¿quién quisiera ser la novia de un enfermo de celos?

-Quisiera que vieras cuánto te quiero para que me comprendieras -de pronto su muro de dureza se vino abajo, estaba abatido ante el sentimiento -solo deseo que seas mía en todos los sentidos

-Entonces demuéstralo Erik, no podemos estar así toda la vida y la verdad, yo no pienso esperar para siempre que te comprometas conmigo... si no tienes nada más qué decir, creo que puedo largarme de aquí

-¡No te irás de aquí, eres solo mía! -de pronto su mano se metió bajo tu pantalón y comenzó a acariciar en tus plieges, un leve suspiro de placer salió de tu boca -dime que eres mía

-Erik, por favor... -cerrando los ojos disfrutabas que él encontrara siempre tu punto débil para rendirte

-Me encanta que menciones mi nombre cuando te toco... por Dios, estás muy mojada... -sonreía  y estaba deshaciéndose de tu ropa. Tocaba tus senos cuando quitaba tu blusa y besaba tu cuello

Con movimientos rápidos, él se deshizo también de su ropa y al poco tiempo, ambos desnudos, ya estaban en la cama. Te besaba con fuerza y acariciaba cada rincón de tu piel; bajó lentamente hacia tu zona y comenzó a hacerte sexo oral.

-¡Erik, Erik! -gemías fuerte

-¡Así mi amor, dí mi nombre! Solo eres para mí... solo yo soy tu dueño

-Voy a venirme, Erik...

-Aún no, preciosa; yo te diré cuándo

Tú no estabas dispuesta a que él se saliera con la suya y muy a tu pesar, lo quitaste de tu pubis; lo tumbaste en la cama y ahora eras tú quien lo complacía oralmente. En una sola engullida, tomaste todo su miembro en tu boca; él se volvía loco de placer y acariciaba tu pelo. Te veía con los ojos llenos de ternura y pasión. Le mamabas despacio y a momentos rápido.

-Por Dios... estoy a punto... -te dijo en un suspiro

-Oh no, no vas a venirte, no hasta que yo lo diga -y de pronto lo soltaste y te pusiste a horcajadas sobre él, te sentaste en su pene y los 2 soltaron un grito ahogado de gozo; empezaste a moverte a ritmo acelerado

-¡Por Dios T/N! Eres una diosa...

-No volverás a celarme Erik, soy tuya solamente... 

-Eres mía, mía... y yo soy tuyo

-¡Joder, córrete conmigo! -en un gemido alto y ruidoso, uno y otro mezclaron sus líquidos; caíste rendida sobre él, te acariciaba la espalda y tú su pecho -por favor Erik, deja de celarme, tú tampoco has comprendido que te quiero y que no quiero estar con nadie más

-No volveré a hacerlo, mi diosa... y desde ahora quiero que empieces a sugerir fechas

-¿Fechas para qué?

-Estar siempre juntos... cásate conmigo