INTRIGA (Erik Lehnsherr)

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Todo en ese hombre te intrigaba: su aspecto siempre como molesto, su timbre de voz tan misterioso, su mirada serena en la mayor parte del día, sus idas y venidas constantes fuera de la mansión... ¿qué era lo que había hecho para que tu mente y tu comodidad de pronto se vieran tan inquietas?

No había nadie, fuera de Charles, que pudiera hablarle a los ojos sin sentir temor aunque fuera en temas tan triviales como las clases, el clima, el día de la semana o algún aspecto que faltara en la casa; era como si quien lo conociera, hubiera visto al mismísimo demonio. Xavier les reprimía cada vez que los escuchaba cuchichear por los rincones:

-¡Basta chicos! Erik no es ningún mutante del infierno, y no va a matarlos solo porque le den amablemente los "buenos días". Así que, por favor, sean más corteses con él y muestren algo de respeto –era claro que a Charles le afectaba que sus niños y estudiantes siempre le rehuían el paso a Erik por considerarlo "el mutante más silencioso de todos".

En un principio, al igual que tus compañeros, evitabas su presencia y hasta su mirada; pero poco a poco, su perfume, su taciturnidad, las pocas veces que sonreía, te fueron atrapando como mosca en telaraña. Por más que resististe, no pudiste zafarte de caer en un enamoramiento de ese mutante tan enigmático.

En una de las clases que tuviste con Xavier, éste asignó al azar varios temas escolares para que los expusieran ante los demás alumnos.

-Wendy, a ti te tocará hablar sobre la relación entre la electricidad y la modernidad en el siglo XIX; Sergei, tú hablarás sobre la fuerza de gravedad y cómo afecta en los diversos campos de la química; Júbilo, tú hablarás sobre el clima y cómo afecta en el ánimo directamente en la humanidad; y por último...

-Que no me toque a mí, que no me toque a mí... -decías en voz muy bajita y con los ojos cerrados para no tener que pasar por toda una investigación, perdiéndote toda la semana de eventos que habría en la ciudad y que ya habías programado con tus amistades para ir

-... el tema de el magnetismo y cómo la tecnología ha evolucionado gracias a su descubrimiento será para T/N –abriste los ojos y pusiste cara de de agobio, pensando mil improperios por tu desgracia – Lo quiero para el viernes de la siguiente semana (¡era martes!); les recomiendo que consulten no solo en libros y/o documentos, sino con personas que conozcan de el tema: tienen a sus profesores mutantes ya que algunos de ellos manejan directamente esos poderes, ¿de acuerdo? Muy bien chicos, terminó la clase, se pueden retirar.

Te quedaste hasta el último acomodando tus cuadernos en tu mochila con cara de pocos amigos y maldiciendo tu mala suerte:

-Hey, tranquila T/N, ya podrás ir luego a todos los eventos que quieras, tus amigos comprenderán que tienes trabajo; además, decir palabrotas, aunque sea en tu mente, no se ve muy bien de ti, que siempre has sido respetuosa –había sido tanta tu molestia, que olvidaste que el profesor Charles podía leer los pensamientos

-¡Lo siento profesor! No quise ser maleducada, es simplemente que ya tenía una semana de diversión garantizada. Sé que esto es para conocimiento de nosotros, pero... uff, el tema que me encargó es un poco extenso, ¿no cree?

-Puede ser, pero tienes a Erik para que pueda ayudarte con eso

-¿Con Erik... Erik Lehnsherr? ¿Y no va a molestarse porque me ayude con eso?

-¿Por qué habría de molestarme? –dijo Erik entrando al salón, con un sombrero y unas gafas que lo hacían ver más sensual de lo normal –A menos que no pongas atención en lo que te explique, entonces sí me molestaré

-¿Por qué habría de molestarme? –dijo Erik entrando al salón, con un sombrero y unas gafas que lo hacían ver más sensual de lo normal –A menos que no pongas atención en lo que te explique, entonces sí me molestaré

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-Ah... hola Erik... profesor Erik... profesor Magneto... profesor –la boca se te secó te repente, las manos te sudaron, las piernas te temblaban de nervios y no podías articular una palabra coherente

-Sólo dime Erik. Muy bien, ¿cuándo empezamos? –se quitó los lentes y se acercó demasiado a ti con una sonrisa intimidatoria, sabiendo que provocaría más actuaciones raras de tu parte. Pudiste oler ese delicioso perfume amaderado que te fascinaba y solo pronunciaste "hoy"; saliste corriendo de ahí...

-Erik, no seas malvado... -le sonrió Charles

-Sabes que me gusta hacerla sudar; esa chica es algo especial –volteó hacia la puerta donde aún podía ver cómo te alejabas rápidamente de su presencia –además, es muy linda

-¿Y por qué la espantas cada vez que la vez a tu lado?

-Tengo mis métodos, ya lo sabes

-Sí, "ya lo sé"... no sé cómo lo haces, pero esos métodos tan extraños y tan aterradores atraen más a las chicas; sinceramente, le doy la razón a Freud cuando preguntó: "¿qué es lo que quieren las mujeres?" –ambos echaron a reír

Después de haber hablado con tus amigos de que prácticamente estarías esclavizada a Lehnsherr por todo el resto de la semana y la siguiente para poder investigar a fondo sobre el tema que Xavier te asignó, fuiste a tu dormitorio, te tumbaste boca arriba viendo hacia el techo y volviste a maldecir tu suerte:

-¡Ayy, no puede ser que cada vez que quiero divertirme, algo malo o raro me sucede! Eso sólo me ocurre a mí... -tocaron a tu puerta, te levantaste bufando y gritando molesta "¡ya voy!"

-Para alguien que deba ser tranquila y moderada, tienes tus arranques de ira, ¿no? –era Magneto

-¿Profesor Erik, qué hace usted aquí? –dijiste más que sorprendida

-Soy Erik, ¿recuerdas? y...¿Qué no acabas de decirme que hoy mismo empezaríamos con la información para tu tema?

-S... sí, tiene usted razón, lo siento –te quedaste inmóvil

-¿Vas a invitarme a pasar o lo haremos todo aquí en el pasillo?

-Oh, lo lamento, pase... póngase lo más cómodo posible, mi cuarto está muy tirado, no he tenido tiempo de acomodarlo como debiera

-No te preocupes, créeme que he entrado a peores; para ser la habitación de una mutante con poderes de tornado está muy ordenado, y huele delicioso

-Qué extraño, yo nunca utilizo ningún tipo de vela aromática o fragancia para los pisos

-Entonces debes ser tú quien despide ese hipnotizante olor a fresas –volvió a acercarse a ti, ahora con la intención no solo de molestarte... ¡te estaba coqueteando descaradamente! -¿Sabes que mi debilidad son las fresas? –Solo moviste la cabeza en señal de negación, casi rozando sus labios con los tuyos –Dime una cosa... ¿eras tú la que siempre me ha seguido con la mirada cuando estoy aquí en la mansión, cierto?

-No sabía que al igual que el profesor Charles, usted podía leer las mentes

-No es necesario leerlas; es muy obvio... no andemos con rodeos: me gustas y yo te gusto, pasemos al siguiente nivel –rodeó tu cintura con su brazo izquierdo y tomó tu nuca con su mano derecha, acortó la poca distancia que quedaba y antes de darte un beso, bebió de tu aliento. El beso fue lento, húmedo y excitante –Podría quedarme para siempre besando tus labios... ¿sabías que también saben a fresa?

**-Shots del Universo Marvel-**Where stories live. Discover now