Capítulo 5

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Tan solo unos días habían pasado y Seokjin se dio cuenta de que, quizás, había tomado una mala decisión.

El burro del cual convenientemente se había apoderado, era muy difícil de complacer.

A pesar de que era un simple burro, este comía exclusivamente pasto tierno, fresco, y que aún tenía gotas de rocío colgando de él. Y, si la punta de una hebra de pasto llegaba a tener una veta amarilla, el burro simplemente no se lo comía. Mientras pasaban por una granja, Seokjin tomó un poco de paja de trigo para alimentarlo, pero, después de que este la masticó, la escupió con un "ptooo", que fue incluso más sonoro que aquellos realizados por su contraparte humana. Si el burro no se alimentaba con comida de gran calidad, simplemente no seguía avanzando, perdía su temple y empezaba a lanzar patadas. Muchas veces, Seokjin estuvo a punto de recibir una de ellas. Y, más encima, sus rebuznos sonaban extremadamente horribles al oído.

¡Era inútil, ya sea como montura o como mascota!

En aquellas condiciones, no pudo evitar pensar en su espada. Probablemente, había sido tomada por el líder de alguna prominente secta para ser colgada en la pared de su residencia y mostrársela a la gente a modo de trofeo.

Después de un continuo empujar y tirar por unos metros, el camino llegó a una vasta tierra de cultivos que pertenecía a una villa. Bajo el abrasador sol, se encontraba un gran árbol pagoda y un tupido y verde pasto bajo él. A un lado del árbol, había un viejo pozo con un balde y un cucharón, puestos ahí por los granjeros para que quien sea que pasara por ahí pudiera saciar su sed. Cuando el burro corrió hasta el lugar, ya no había forma de poder sacarlo de ahí. Seokjin saltó de la montura y le dio unas palmadas a sus honorables nalgas. —Tú definitivamente estás destinado a ser de la nobleza, eres incluso más difícil de complacer que yo – le dijo algo exasperado.

El burro le escupió.

Mientras vagaban sin rumbo definido, un grupo de personas desde el interior de los campos, se le acercaron.

Esta gente que llevaba consigo cestas de bambú hechas a mano, vestían ropa sencilla de algodón y sandalias de paja; emitían el aire rústico de los campesinos rurales. Dentro del grupo, había una joven muchacha que podría considerarse delicada por su cara redonda. Posiblemente, debido a haber caminado por mucho tiempo bajo el sol, estas personas también quisieran descansar bajo la sombra del árbol y beber un poco de agua. Sin embargo, al ver que en el lugar había un burro salvaje atado a un árbol y un lunático con un maquillaje exagerado y cabello desarreglado, se tornaron un poco reacios de seguir acercándose.

Como Seokjin siempre se había considerado como una persona que era cortés con las mujeres, se hizo a un lado, dejando así un espacio libre al paso, y acto seguido se fue a lidiar con su burro. Con esta acción, los recién llegados se dieron cuenta de que este lunático aparentemente era inofensivo, por lo que por fin pudieron sentirse cómodos de avanzar hasta ahí. Todos estaban empapados en sudor y lucían mejillas sonrojadas; y para aminorarlo, algunos se abanicaban y otros se servían un poco de agua. La joven muchacha se sentó a un lado del pozo y sonrió en dirección de Seokjin, como dándole a entender que sabía que él se había movido del camino a propósito.

Una de las personas sostenía en su mano un compás. Miraba hacia la distancia y luego bajaba su cabeza, meditativo —Ya hemos llegado a los pies de la montaña Dafan, ¿Por qué el puntero no se ha empezado a mover todavía?

El diseño y el puntero del compás tenían un aspecto extraño, lo que indicaba que no era un compás común. Este acá presente no señalaba el norte, sur, este ni oeste; sino que señalaba la dirección de criaturas maliciosas. Este artefacto era conocido como "Compás del mal".

Al reconocer el objeto, Seokjin se dio cuenta de que probablemente esta gente era un clan de cultivación proveniente del campo y de escasos recursos. A parte de los intelectuales y ricos clanes, también había otros más pequeños como este: cerrados y que cultivaban por sus propios medios. Seokjin pensó que quizás este clan había abandonado su villa para encontrar un clan del cual fueran parientes lejanos o para ir de cacería nocturna.

Cultivación Demoníaca - KookJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora