Cultivación Demoníaca - KookJin

Capítulo 44

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Sosteniendo sus bollos al vapor, panes y frutas en sus manos, Seokjin sintió que su corazón se detuvo. Se forzó así mismo a calmarse. Incluso después de buscar por todas las calles cercanas, no pudo ver a Yoongi. Finalmente empezó a entrar en pánico. Cogiendo a un zapatero que estaba a un lado, preguntó —Señor, había un joven amo cercano a mi edad sentado aquí. ¿Vio a dónde fue?

El zapatero lamió la gruesa punta de un hilo —¿El que estaba contigo?

—¡Sí!

—Estaba ocupado con algo, así que realmente no vi. Pero, estaba en las nubes mirando hacia la gente de la calle. Y luego, cuando volví a mirar a donde estaba, de repente había desaparecido. Quizás se fue.

Seokjin murmuró —Se fue... se fue...

¡Probablemente había ido a El Embarcadero del Loto a recuperar los cuerpos!

Como si se hubiera vuelto loco, Seokjin de inmediato corrió hacia la dirección desde la que habían llegado.

Llevaba en las manos la comida que recién había comprado, su peso lo estaba enlenteciendo. Pasado un rato, las dejó en el camino. Sin embargo, después de haber corrido un tanto, empezó a sentirse mareado y débil además del pánico que ya sentía de antes. Cuando sus piernas cedieron, colapsó en el suelo.

Al caer, su rostro cayó en picada contra el suelo. Pudo sentir el sabor de la tierra dentro de su boca.

Una abrumadora mezcla de odio e impotencia surgió en su pecho. Estrelló su puño con fuerza en el suelo y gritó antes de volver a ponerse de pie. Se giró y corrió hacia el lado contrario. Después de recoger uno de los bollos al vapor que había tirado, lo limpió en sus ropas antes de tragárselo en unas cuantas mordidas. Masticó como si estuviera rasgando carne con sus dientes. Mientras tragaba, sintió el bulto en su garganta, creando un dolor punzante. Tomó unos cuantos más y los metió dentro de sus solapas. Sosteniendo uno en su mano, comía al tiempo que corría. Esperaba encontrarse con Yoongi a mitad del camino.

Sin embargo, incluso después de llegar a El Embarcadero del Loto, cuando la luna y las estrellas brillaban en el cielo nocturno, aún no había visto a Yoongi a lo largo de su camino.

Seokjin observó al brillantemente iluminado Embarcadero del Loto desde lejos. Con manos sobre sus rodillas, resoplaba sin parar. El sabor de la sangre trepó por su pecho y su garganta, un sabor que aparecía después de correr por un extendido periodo de tiempo. Con la boca llena de sabor a óxido, sintió su vista volverse negra.

Pensó para sí, ¿Por qué aún no he alcanzado a Yoongi? Incluso después de comer corrí lo más rápido que pude. Él estaba más cansado que yo y está pasando por algo peor. ¿Cómo pudo correr más rápido que yo? ¿Realmente volvió a El Embarcadero del Loto? Pero si no volvió acá, ¿A dónde iría? ¿A Meishan sin mí?

Después de descansar un momento, de todas formas decidió ir a El Embarcadero del Loto a confirmar primero. Caminando a lo largo de una serie de paredes, una voz sonó dentro del corazón de Seokjin, rezaba de forma cercana a la desesperación, Esta vez, por favor que no haya alguien hablando del cadáver de Yoongi en el campo de entrenamiento. Si no, si no yo...

¿Si no qué?

Si no, ¿Qué cosa podría hacer?

No podía hacer nada. Estaba indefenso. El Embarcadero del Loto había sido destruido y tanto Dao como Madam Yu ya no estaban. Y Yoongi también había desaparecido. Él era el único que quedaba, solo, sin siquiera una espada en sus manos. ¡No sabía nada y no podía hacer nada!