Capítulo 46

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¡Hola!

En algunas ocasiones Wattpad no envía notificaciones, por ello les recuerdo que antes de este capítulo subí dos más. Si aún no los han leído vayan a hacerlo…

⏰⏰⏰⏰

Sus labios temblaron, dijeron algo en silencio. Yoongi se paró casi de inmediato.

¡Era Seokjin!

Sin embargo, aparte de su rostro, desde la cabeza hasta la punta de los pies, esta persona no era nada parecida al antiguo Seokjin.

Seokjin claramente había sido un brillante y alegre joven. Las esquinas de sus ojos y cejas siempre retenían la nota de una sonrisa y siempre se rehusaba a caminar apropiadamente. Sin embargo, esta persona estaba completamente envuelta en fría y oscura energía. Era hermoso, sin embargo, pálido y su sonrisa inquietante.

La escena ante sus ojos era demasiado sorprendente. La situación seguía siendo confusa y no podían actuar apresuradamente. Si bien los dos que estaban en el techo estaban asombrados, ninguno entró. Solo se forzaron a bajar sus cabezas y a acercarse más a la abertura entre las tejas.

Dentro de la habitación, Seokjin, vestido de negro, se giró lentamente. Chao se cubrió el rostro. Ahora, solo la entrecortada respiración de su voz podía escucharse —Zhu... ¡Zhu!

Al escuchar esto, los ojos y labios de Seokjin se curvaron —Incluso ahora, ¿Sigues pensando que llamarlo tiene algún uso?

Avanzó unos cuantos pasos y pateó un blanco objeto cerca de su pie. Miró hacia abajo. Era el bollo de carne que Chao había lanzado.

Seokjin levantó una ceja —¿Qué? ¿Eres quisquilloso con la comida?

Chao cayó de su taburete, chillando —¡No voy a comerlo! ¡No voy a comerlo! ¡No voy a comerlo!

Mientras berreaba, se arrastraba por el suelo con su manos sin dedos. La larga y negra capa se deslizó y cayó de la parte baja de su cuerpo, revelando sus piernas. Las dos piernas prendían de su torso como molestos accesorios. Incluso estando envueltas en vendajes, eran inusualmente delgadas. Debido a sus violentos movimientos, los vendajes se soltaron y formaron huecos. Dentro de ellos habían huesos fantasmalmente blancos, sangre carmesí y tiras de carne aun colgando de ellos.

Toda la carne de sus piernas había sido cortada pedazo por pedazo. Y, probablemente... ¡Toda la carne había sido comida por él mismo!

Los agudos gritos de Chao hacían eco en la vacía estación de mensajería. Seokjin lucía como si no escuchara nada. Levantando la orilla de su túnica, se sentó en otra mesa.

La segunda lámpara de aceite se encendió. Ante el amarillo brillo de la llama, la mitad del rostro de Seokjin estaba iluminado y la otra en la oscuridad. Dejó caer su mano. Un cenizo rostro apareció de la oscuridad que había bajo la mesa. Pronto, se escucharon crujientes sonidos de masticación.

Un blanco niño estaba acuclillado a sus pies. Como una joven y carnívora bestia, estaba royendo algo que Seokjin le había dado.

Seokjin alejó su mano después de darle unas palmaditas a la cabeza con escaso cabello del niño gul. Sosteniendo lo que le había dado de comer en su boca, se giró y sentó. Abrazando su pierna, masticó salvajemente al tiempo que observaba a Zhu con fríos y brillantes ojos.

Lo que estaba mordisqueando eran dos dedos humanos.

No era necesario decirlo, ¡Debían ser los dedos de Chao!

Jungkook observaba detenidamente al fantasmal niño junto al fantasmal Seokjin. Su agarre se apretó alrededor de la empuñadura de Bichen.

Zhu seguía enfrente de Chao. La cabeza de Seokjin miró hacia abajo, su expresión imposible de verse —Zhu, ¿Realmente crees que puedes defender su perra vida de mis manos?

Cultivación Demoníaca - KookJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora